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LAS FAMILIAS. PREPARACIÓN PARA EL TRATAMIENTO A LA CRISIS DE LOS TRES AÑOS

Las familias. Preparación para el tratamiento a la crisis de los tres años

The families. Preparation for the treatment of the three-year-old crisis in children

Esnedy Muñagorri Salabarría[1]

Catalina Virgen Gómez Parra[2]

Resumen

La reafirmación del papel protagónico de las familias en la educación y desarrollo de sus hijos, requiere de la necesaria preparación consecuente y sistemática, a partir de sus saberes, y de objetividad en las formas de trabajo utilizadas en las instituciones educativas de la Primera Infancia. La experiencia de las autoras, unido a un estudio realizado en las instituciones educativas del municipio Las Tunas, permitió revelar una problemática relacionada con el conocimiento de las familias sobre el tratamiento a la crisis de los tres años en los niños, lo que limita un accionar adecuado en esta etapa de formación y desarrollo de sus hijos. Como propuesta de solución se elaboró una alternativa pedagógica dirigida a su preparación, contenida en diferentes vías: talleres de reflexión, actividad pedagógica conjunta, y biblioteca de orientación familiar. En la investigación se utilizaron métodos del nivel teórico: inductivo- deductivo, analítico- sintético y la modelación; del nivel empírico: análisis documental, observación, entrevista y encuesta que favorecieron un acercamiento a la situación objetiva de las familias que formó parte de la muestra. Se constató la transformación y una diferente interacción entre educadoras y familias en la labor educativa de los niños.

Palabras clave: preparación de las familias, crisis de los tres años, alternativa pedagógica

Abstract

The reaffirmation of the leading role of families in the education and development of their children requires the necessary consistent and systematic preparation, based on their knowledge, and objectivity in the forms of work used in educational institutions for Early Childhood. The experience of the authors, together with a study carried out in the educational institutions of the municipality of Las Tunas, revealed a problem related to the knowledge of families about the treatment of the crisis of three years in children, which limits an adequate action in this stage of formation and development of their children. As a solution proposal, a pedagogical alternative was elaborated aimed at its preparation, contained in different ways: reflection workshops, joint pedagogical activity, and family orientation library. In the research, methods of the theoretical level were used: inductive-deductive, analytical-synthetic and modeling; of the empirical level: documentary analysis, observation, interview and survey that favored an approach to the objective situation of the families that were part of the sample. The transformation and a different interaction between educators and families in the educational work of children was verified.

Keywords: family training, three-year crisis, pedagogical alternative

Introducción

El sistema educacional cubano no ejerce su trabajo de manera cerrada en las instituciones, es un sistema abierto a la sociedad, donde las familias juegan un papel protagónico. En la actualidad se vislumbran retos en el escenario social cubano, de acuerdo con la diversidad de creaciones familiares y problemáticas vinculadas a ellas. Tomando en consideración lo antes expuesto, es preciso sensibilizar a las familias con su preparación en respuesta a la formación adecuada de la personalidad de sus hijos, lograr que se interesen en adquirir los conocimientos precisos para el tratamiento oportuno en su desarrollo integral. En ello juegan un papel fundamental otros factores, como la preparación de la formación inicial del personal que responderá a las necesidades crecientes y demandas de los padres, por lo que debe considerarse su educación (Pérez Constante et al., 2020).

La formación inicial en la carrera atiende, desde su formación laboral investigativa, la disciplina principal integradora (Mined, 2010; MES, 2016), aspectos que han ido perfeccionándose, así como desde los lineamientos para el trabajo metodológico (Mined, 2011), hasta llegar a  los nuevos aspectos recogidos en el Modelo del Profesional de la Carrera (MES, 2016), de conjunto con las acciones que se acometen, dictadas en la Resolución 2/2018 Reglamento de trabajo docente y metodológico de la Educación Superior, (MES, 2018), así como los Objetivos y contendidos en la Enseñanza en la Educación Superior y los Lineamientos de la política económica y social del Partido y la Revolución para el período 2016-2021, porque todos recogen necesidades que apuntan a la excelencia en la formación, para que los egresados cumplan con éxito sus funciones y tareas.

De ahí que al tener en cuenta un aspecto importante, como lo es la llamada crisis de los tres años, fenómeno natural del desarrollo que sucede en varios períodos de su vida. Es un proceso de grandes cambios que se dan en un corto período de tiempo y que transforma radical e inevitablemente al niño, al entrar en contradicción las posibilidades cada vez mayores de actuar por sí mismo y la manera en que los padres lo han estado educando hasta el momento. Este dilema o la crisis, que es un paso normal del desarrollo, se puede volver crítica y resultar en perjuicio para el sano transcurso de la personalidad en formación si no es resuelto adecuadamente.

La primera infancia es garantía para el buen desarrollo del ser humano, el éxito de un niño dependerá, en gran medida, de la experiencia en sus primeros años de vida, teniendo en cuenta que en esta etapa se sientan las bases y los fundamentos esenciales para su posterior desarrollo. También en esta etapa existen reservas y posibilidades para la formación de diversas capacidades, cualidades personales y el establecimiento inicial de rasgos del carácter y compartido, que se aprenden más rápido cuando reciben amor, afecto y atención. Estos planteamientos han sido realizados en múltiples estudios e investigaciones.

Desarrollo

La investigación se realizó por especialistas de la primera infancia de la Universidad de Las Tunas, donde se elaboraron y aplicaron diferentes métodos e instrumentos relacionados con la preparación y conocimiento de las familias acerca de la crisis de los tres años en los niños. Para ello se corroboraron los siguientes indicadores:

- Conocimiento y preparación que poseen las familias sobre la crisis de los tres años.

- Preparación que poseen las educadoras para orientar a las familias respecto a cómo tratar en condiciones del hogar la crisis de los tres años.

- Comportamiento de la crisis de los tres años en los niños.

Integrando los resultados de los diferentes métodos e instrumentos aplicados se determinaron las siguientes manifestaciones:

- Las familias no siempre poseen el conocimiento suficiente de las características de sus hijos a la edad de los tres años que les permita identificarla.

- Las educadoras no siempre conocen los mecanismos para orientar y concebir la preparación a las familias en el tratamiento a la crisis de los tres años.             

Preparación de las familias para el tratamiento a la crisis de los tres años

El vertiginoso desarrollo de la sociedad ha llevado a varios autores y diversas fuentes de las ciencias sociales a continuar estudios en cuanto al concepto familia y su reconceptualización.

En Cuba, las familias son el núcleo esencial de la sociedad, así está plasmado en documentos legales que aseguran sus derechos: el Código de la Niñez y la Juventud, el Código de Familia, el Código Penal, el Decreto Ley 64, y refrendado en  la (Constitución de la República de Cuba, 2019),  que en el artículo 81 expresa “el Estado reconoce y protege a las familias, cualquiera sea su forma de organización, como célula fundamental de la sociedad y crea las condiciones para garantizar que se favorezca integralmente la consecución de sus fines” (p. 11).

Las familias constituyen una institución formada por un grupo de personas unidas por lazos consanguíneos y/o afectivos, que conviven en un espacio común durante un tiempo significativo, donde se satisfacen sus necesidades materiales y espirituales, se establecen relaciones afectivas estables. Es en el grupo donde se manifiestan importantes motivaciones psicológicas con el que se identifican y desarrollan un fuerte sentimiento de pertenencia, se enfrentan y se tratan de resolver los problemas de la vida en convivencia. Por ello, está comprometida ante la sociedad en conducir el desarrollo moral, físico y espiritual de los niños de la primera infancia, así como estimular en el hogar el ejercicio de sus deberes y derechos.

Arés (1999) define la familia, desde un criterio consanguíneo, es decir, son todas las personas que son parientes o todas las personas con las cuales tengo algún tipo de vínculo de sangre. Desde la perspectiva de cohabitar, son aquellas personas con las cuales yo convivo, el grupo humano de convivencia. Otro criterio muy importante, definitivo, es el criterio afectivo, que son aquellas personas que me han querido, que me han cuidado, que me han alimentado, que me han devuelto un sentimiento de estima hacia mí mismo y hacia los demás.

Las familias son pilares en el modelo cubano para la educación integral de los niños de la primera infancia junto a la comunidad. Nuestra sociedad promueve un protagonismo basado en la participación activa, responsable, compartida y comprometida para atender la labor educativa. Este vínculo protagónico, necesario para la transformación, requiere un cambio de mentalidad y una interacción diferente entre educadores y familias. El mismo, exige transitar de una relación de subordinación y apoyo en aquellas tareas solicitadas por la institución educacional; a una relación de corresponsabilidad estable y sistemática sustentada en los derechos, deberes y saberes que tienen las familias en su labor.

A las familias les corresponde la crianza y educación de los hijos, por ser la primera escuela de las relaciones humanas y junto a las instituciones infantiles es donde transcurre gran parte de la vida de los niños, es aquí donde se nutren de las primeras experiencias emocionales y educativas. El adecuado funcionamiento de estas garantiza la seguridad y estabilidad necesaria en el normal desarrollo de los niños desde las primeras edades.

Las familias asumen la responsabilidad de trabajar en beneficio del bienestar de los más pequeños, deben lograr a través de su influencia educativa que se formen cualidades morales positivas, por lo que es necesario potenciar sus posibilidades en el desempeño como promotora del desarrollo infantil, tan importante en estos primeros años de vida.

Para los adultos en general y especialmente para las familias, les es imprescindible conocer la dinámica del desarrollo psíquico de los niños para poder propiciarlo, y evitar el surgimiento de rasgos negativos durante la crisis de los tres años. Eta crisis puede aparecer cuando los adultos "frenan" el desarrollo, aferrándose a las viejas formas de actividad y de relaciones con los niños, sin percatarse de la necesidad que tienen de ocupar un nuevo lugar en el sistema de relaciones sociales.

La crisis de los tres años

Este año de vida es uno de los de mayor significación en el desarrollo de los niños, ya que se suceden importantes cambios que ocurren de manera vertiginosa, y que hacen que el tránsito por este período resulte de una singular dificultad para los padres en la educación de sus hijos. Entre los hitos fundamentales de esta infancia se encuentran: dominio de la marcha erecta, que amplía los conocimientos del niño y le permite la orientación y traslación independiente en el espacio; dominio de la actividad con objetos, que posibilitan la asimilación de las funciones del objeto y su significación, favorece el desarrollo cognitivo y la asimilación de normas de conducta social;  desarrollo del lenguaje, que facilita la comunicación con las demás personas y el proceso de apropiación de la experiencia social.

Los cambios que se producen propician el surgimiento de la crisis de los tres años, que no constituye un fenómeno negativo ni anomalías del desarrollo como consideran algunos teóricos, constituye simplemente, un momento de cambio, saltos en el desarrollo, en los que tiene lugar una reestructuración de la personalidad que marca el inicio de una nueva fase de desarrollo.

Según Venguer (1981) “la crisis de los tres años es una manifestación de contradicciones entre las crecientes posibilidades infantiles y las formas elementales de actividad e interrelaciones con los adultos” (p. 9).

En esta crisis de los tres años se expresan con máxima intensidad los momentos de reemplazo de lo viejo y el surgimiento de lo nuevo, para lo cual el niño aún no está totalmente preparado, es por ello que durante la misma se produce una aparente desorganización de su conducta. Hasta el momento el niño había sido obediente, admiraba a los adultos y los imitaba; al ir variando su conducta si no es resuelto de forma adecuada, puede dejar como secuela rasgos negativos en su personalidad como: la terquedad, el rechazo a obedecer reglas y patrones de conducta, obstinación y oposicionismo, entre otros comportamientos significativos.

El logro del desarrollo de la independencia hace que comiencen a tornarse jactanciosos, se sienten capaces de realizar solos todas las acciones y rechazan la cooperación de los adultos. Centran su atención en actividades donde el uso de los objetos está implícito, el juego de roles, sienten interés por el conocimiento del mundo de los adultos, relaciones e interrelaciones y la reproducción de las acciones que ellos realizan en la vida cotidiana. Por ello, los adultos deben brindar la mayor independencia a los niños, para resolver la crisis de manera adecuada, lo que constituye un paso superior en el desarrollo infantil.

Entre los tipos de contradicciones fundamentales durante esta etapa se evidencian:

1. La contradicción entre lo ya alcanzado, o sea, las viejas posibilidades, ya desarrolladas en el período anterior de la vida y las nuevas necesidades que tienen su origen en aquellas posibilidades.

2. La contradicción existente entre las formas viejas de comportamiento y las nuevas.

3. La contradicción que se establece entre su existencia y condiciones en que transcurre y la conciencia en formación, o sea, el contenido (existencia) y la forma (conciencia).

¿Cómo preparar a las familias para el tratamiento a la crisis de los tres años en los niños?

La respuesta es compleja y requiere un análisis detallado de la dinámica familiar, ya que conlleva a transformar el sistema de demandas impuesto al niño hasta ese momento, contrastar con sus posibilidades crecientes y modificar e instaurar nuevos patrones de organización y control de su conducta y socialización.

Las familias tienen una gran potencialidad para educar a su descendencia, pero no siempre cuenta con los conocimientos y los métodos para poder hacerlo. Es por ello que la institución educacional puede y debe utilizar una serie de vías para lograr esa preparación y dinamización pues constituye uno de sus objetivos de trabajo. De ahí que las autoras de la investigación ofrecen lo que puede constituir una de las alternativas a aplicar en estos casos.

En el Diccionario Enciclopédico Grijalbo (1998) se define el término alternativa como: “la acción o el derecho que se tiene para hacer una cosa… es la opción entre dos cosas” (p.18). Según Sierra (2008), referida por Smith (2021) “alternativa pedagógica es la opción entre dos o más variantes con que cuenta el educador para trabajar con los alumnos, partiendo de las características y posibilidades de estos y de su contexto de actuación” (p. 48). Al considerar las definiciones anteriores, las autoras de esta investigación asumen el concepto dado por Sierra (2008), por coincidir que son vías, formas o acciones con que cuentan los educadores para trabajar con los niños y las familias.

La alternativa pedagógica que se diseña es flexible, potencia la preparación a las familias para el tratamiento a la crisis de los tres años, lo que a su vez propicia estimular el comportamiento de los niños y mejora el desempeño de las funciones profesionales de las educadoras. La misma, además de los conocimientos acerca de cómo educar, debe sensibilizar respecto al tratamiento de la crisis, y lograr una conducta consciente hacia la búsqueda de información relacionada con el desarrollo cognitivo y la asimilación de normas de conducta social; el desarrollo del lenguaje de los niños, que facilita la comunicación con las demás personas, y manifiesten cambios del modo de vida familiar en función de sus necesidades.

El objetivo general de la alternativa pedagógica es contribuir a la preparación de las familias para fortalecer el conocimiento acerca del tratamiento a la crisis de los tres años en sus niños, a través de diferentes vías, como:

- Talleres de reflexión, dirigidos a consideraciones generales del desarrollo en esta edad.

- Actividad pedagógica conjunta, que constituye una forma organizativa por excelencia; orientada como la principal vía de preparación a las familias, se realiza sin los niños o con ellos de acuerdo con las condiciones y propósitos.

- Biblioteca y ludoteca de orientación familiar, donde los padres pueden tener acceso a bibliografía sobre temas educativos y obtener materiales para realizar diversos juegos con sus hijos.

Las vías de trabajo de la alternativa pedagógica que proponemos conllevan a la participación activa de las familias, donde se debata sobre la base de un clima de confianza, se expresen con claridad criterios, opiniones. Se realiza a partir de un diagnóstico de las necesidades educativas, donde se propicia la comunicación mediante el diálogo entre los participantes, con un lenguaje sencillo, que las movilice en función de una mejor formación integral de sus niños, y estimule el desarrollo de actitudes de análisis que promuevan un rol más reflexivo y crítico.

Entre los temas a tratar que se proponen encontramos:

- ¿Qué caracteriza el desarrollo de tu hijo de tres a cuatro años?, para el que se abordó, en esencia, la orientación a las familias acerca de las características del desarrollo anatómico, fisiológico y psicológico de los  niños comprendidos en las edades de 3-4  años, y sobre el papel que juegan esta características en  las manifestaciones de  la crisis de los tres años.                                                                      

 - Logros del desarrollo que deben alcanzar en esta edad, con énfasis en los que favorecen expresiones de la crisis de los tres años. Se precisó la importancia del conocimiento de los logros del desarrollo pues brindan la posibilidad estimular, de ir alcanzando pasos superiores en el desarrollo, ir controlando momentos; por lo tanto, constituyen la expresión de lo que puede irse logrando en esta edad. Entre estos logros están: el hecho de que mantienen un estado de ánimo alegre y activo y manifiestan alegría ante el elogio y vergüenza ante la desaprobación del adulto, por lo que generalmente acatan las acciones que orienta el adulto dirigidas a regular su conducta, además, manifiestan buenos modales en los procesos de alimentación, al recibir los alimentos, al utilizar la cuchara y la cucharita y se valen por sí mismo al desvestirse, al ponerse las medias, calzarse, seleccionar su peine y toalla, lavarse y secarse las manos. Estos niños y niñas se atribuyen un rol en correspondencia con las acciones lúdicas que realizan y se relacionan con otros niños a partir del rol asumido, también reconocen su imagen corporal.

- La crisis de los tres años. Para el cual se reflexionó en torno a: ¿A qué llamamos crisis de los tres años? y sus características.

- Manifestaciones de la crisis de los tres años: se le dio tratamiento a la sobreprotección en los niños y las perretas.

- El tratamiento a la crisis de los tres años, para lo cual se abordó el juego de roles, entre otros aspectos relativos a este.

Ejemplo de un taller de reflexión

Tema: La sobreprotección en los niños.

Objetivo: reflexionar acerca de la sobreprotección en los niños, y el papel que juegan las familias en ello.

Los contenidos a abordar: la sobreprotección, su definición y características. Algunas orientaciones a las familias.  

Desarrollo:

El moderador del taller realiza la motivación desde la presentación de la frase:

Lema: Todo niño puede crecer y desarrollarse mejor si se le ayuda, si se le estimula.

Las familias expresan sus criterios. Se realizan precisiones del contenido, y la orientación hacia el objetivo. Se le propone para el desarrollo del taller de reflexión la organización frontal.

Se reflexiona con las familias sobre la base de la idea: “la educación familiar, presidida por una excesiva tolerancia, puede traer malas consecuencias. Los niños se convierten en caprichosos, majaderos, desean que se les complazca en todo sin sentir obligaciones hacia los demás” (Nieto, 2007, p. 6).

A partir de las reflexiones realizadas, se aprovecha para enlazar y delimitar en qué consisten las actitudes paternas de sobre-exigencia hacia los hijos.

Se realizan interrogantes a las familias para garantizar el debate guiado en el taller:

- ¿Qué sucede cuando no se brinda la atención adecuada a los logros del desarrollo que deben alcanzar los niños en esta edad?, ¿Cómo ayudan a su hijo/a?, ¿Cómo se preparan ante esta situación?, ¿Qué materiales consultar para una mejor preparación?

El moderador del taller refiere, las actitudes de sobreprotección, como vemos, le pueden hacer daño tanto al niño, como a las familias, no son cosas raras que sólo aparecen descritas en los libros, con frecuencia las encontramos en la vida cotidiana de muchos padres. Es conveniente conocer en qué consisten estas actitudes sobreprotectoras, con el fin de detectarlas a tiempo y saber enfrentarlas.

- Entonces, ¿Qué es la sobreprotección familiar? Según Valdiviezo y León (2019), “es una conducta inconsciente adoptada por los padres que agobia a los hijos y casi nunca permiten que ellos hagan algo por sí solos, es un exceso de cuidado y protección, crea la dependencia de un adulto, inseguridad, baja autoestima…” (p. 7).

El moderador utiliza la técnica “Lluvias de ideas”, para registrar en papelógrafo las opiniones esenciales ofrecidas por las familias. Se debate al respecto y luego en el pizarrón se registra la interrogante: ¿Qué caracteriza la sobreprotección en un niño?

Si el niño vive en un hogar donde los miembros de las familias lo exceden de mimos y de caricias; de personas que se lo hacen todo: lo visten, lo desvisten, lo bañan, le dan los alimentos, lo duermen, se le da todo lo que pide, se le evita cualquier trabajo o responsabilidad, en fin, se favorece excesivamente al niño, no lo dejan ser él mismo; les evitan todas las situaciones difíciles; cuando se quiere y se atiende en exceso.

Posteriormente, se pedirán criterios a las familias, sobre si en alguno de los hogares muestran estas manifestaciones, ¿cómo las han resuelto? Se escuchan reflexiones y criterios sobre ¿Qué hacer para evitar la sobreprotección en tu niño?

El moderador explica, lo primero es evitar conductas sobreprotectoras, que implican no acompañar tan excesivamente al niño, brindarles alguna responsabilidad o tarea a realizar, hacerlo independiente, que aprenda a resolver, por sí mismo, lo que se proponga hacer. No pierdas las oportunidades que la vida te ofrece para desarrollar su independencia, basada en sus motivaciones e intereses. Bríndale oportunidades para que él pueda también ser protagonista de la dinámica que vive la familia.

Aclaramos que, junto con el amor, la inteligencia también debe estar presente en la educación de los niños. No podemos dejar que tanto cariño a nuestros hijos nos ciegue y que lleguemos a abrumarlos con nuestras atenciones y cuidados, limitando su normal desarrollo y crecimiento como personas independientes y responsables.

Lo segundo es desarrollar acciones lúdicas, la vida del niño no puede limitarse a un ambiente ideal, que sólo existe en un laboratorio, donde se pueden controlar casi todas las cosas para evitarle los peligros, por el contrario, la vida real plantea situaciones que ellos deben enfrentar con precaución por sí mismo, pero sin temor, para llegar a convertirse en un adulto seguro sí mismo.

El verdadero camino está en que, bajo la orientación, cooperación y control, se deje que el niño experimente y aprenda a conducirse ante las otras personas, en la actividad y en especial ante sus coetáneos; debe aprender a enfrentarse a la vida y aprender a cuidar de sí y de los que les rodean, a realizar sus actividades, alcanzar el validismo y la independencia paulatina que su desarrollo demanda.

Se bebe trabajar por la toma de conciencia de los padres o personas sobreprotectoras acerca del daño que hacen al niño, orientar de forma paulatina para mejorar la independencia y el validismo del niño, e ir entrenando en condiciones de afecto y reflexión su reeducación, ya que ellos siempre rechazarán entrar en una nueva relación, donde pierda su seguridad y acomodo. El moderador, al finalizar el taller de reflexión controla a partir de las interrogantes:

- ¿Qué aprendieron del tema?

- ¿Cómo vivir lo aprendido?

- ¿Dónde están sus errores y sus aciertos?

- ¿Cómo incorporar estos conocimientos para colaborar en el hogar, teniendo en cuenta que la responsabilidad es también de las familias?

En correspondencia con el diagnóstico de las familias participantes, pueden ofrcerse otros talleres de reflexión, o dar continuidad a su preparación con otra de las vías propuestas en la alternativa pedagógica. 

En el control final de la alternativa pedagógica se aplicó la técnica del PNI (lo positivo, negativo e interesante) a partir de la interrogante:

- ¿Pude incorporar estos conocimientos a mí preparación como familia para la formación educativa de mi niño?

Valoración de la efectividad de la alternativa pedagógica dirigida a la preparación de las familias para el tratamiento a la crisis de los tres años.

Luego de la aplicación de las vías utilizadas en la alternativa pedagógica para el trabajo con las familias, se constataron transformaciones en la preparación para el tratamiento a la crisis de los tres años. Entre ellas se destacan:

1.- Se contribuyó a la preparación de las familias relacionado con el tratamiento a la crisis de los tres años en los niños.

2.- Se contribuyó a que las familias, una vez preparadas conversaran en condiciones del hogar con el resto de los miembros para que actúen con similares métodos y procedimientos, en aras de que el niño sienta armonía al incidir en ellos.

3.- Se contribuyó a perfeccionar en las educadoras la organización del trabajo educativo, sustentado en el intercambio institución-familia, y viceversa, con énfasis en temas relacionados con el tratamiento a la crisis de los tres años.             

Conclusiones

El estudio realizado acerca de la preparación de las familias para un adecuado tratamiento a la crisis de los tres años demostró que es un proceso variado en la formación y desarrollo del niño, que se inicia debido a la nueva situación social del desarrollo que se va dando en esta edad, y que revela la necesidad de estudio para su solución. 

La efectividad de la alternativa pedagógica se corroboró mediante las vías del trabajo con las familias, que demostraron las posibilidades de ser aplicadas en el diseño de las formas de trabajo en las instituciones educativas de la Primera Infancia. En tal sentido se comprobó la integralidad formativa que alcanzó la preparación de las familias.

Referencias

Arés, P. (1999). ¿En qué tiempo puede cambiarse la mente de un niño? Casa Editora Abril.

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Cuba. Ministerio de Educación (2016). Modelo del Profesional Carrera Educación Prescolar. La Habana.

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Grijalbo (1988). Diccionario Enciclopédico.  Grijalbo Mondadoris, S.A.

Nieto, E. (2007). Padres muy exigentes y padres sobreprotectores. [Material de apoyo, no publicado, Universidad de Villa Clara. Cuba].

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Pérez Constante, M. B., Paola Tramallino, C. y Peñafiel Gaibor, V. F. (2020). La estimulación temprana en el desarrollo de habilidades y destrezas del lenguaje en niños de educación inicial. Didasc@lia: didáctica y educación, 11(2), 86-95.

Sierra, A (2008). La estrategia pedagógica, su diseño e implementación. Pueblo y Educación.

Smith, M. C. (2021). La orientación profesional en el proceso formativo de disciplina Didáctica de las Lenguas Extranjeras. [Tesis Doctoral Inédita]. Universidad de Las Tunas, 2021.

Valdiviezo, B. y León, J. (2019). La sobreprotección familiar y la incidencia en el desarrollo de la autonomía e independencia de los niños de 0 a 3 años. [Trabajo de titulación de grado previo a la obtención del título de Licenciada en Ciencias de la Educación. Mención en Educación Inicial. Universidad Estatal de Milagro, Ecuador].


[1] Licenciada en Educación, especialidad Preescolar. Máster en Educación Preescolar y Profesora Auxiliar del Departamento de Educación Inicial en la Universidad de Las Tunas, Cuba. Email: esnedy@ult.edu.cu ORCID: https://orcid.org/0000-0002-0478-8400

[2] Licenciada en Educación, especialidad Preescolar. Máster en Educación y Profesora Auxiliar del Departamento de Educación Inicial en la Universidad de Las Tunas, Cuba. Email: gomezparracatalina8@gmail.com ORCID: https://orcid.org/0000-0002-3644-9032