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MODELO EDUCATIVO DE DIMENSIÓN EXTENSIONISTA
Modelo educativo de dimensión extensionista para la formación del estudiante de la carrera Educación Preescolar
Educational model of extensionist dimension for the formation of students of the Nursery Education major
Miriais Guibert Gámez [1]
Resumen
La extensión universitaria resulta imprescindible para formar profesionales capaces de asumir roles protagónicos en disímiles escenarios; de ahí la importancia de su vínculo con las particularidades del proceso formativo del estudiante de la carrera Educación Preescolar para cumplir con su encargo social. Se presentan fundamentos teóricos y metodológicos, a partir de la utilización de los métodos histórico y lógico, análisis y síntesis, inducción y deducción, sistematización, modelación y el sistémico estructural funcional. Ello contribuyó a fundamentar el modelo educativo de dimensión extensionista para la formación del estudiante de esta carrera. Formar profesionales con un alto compromiso social, capaces de integrar y extender lo aprendido a sus contextos de actuación para dar respuesta a problemas profesionales y sociales, requiere de una integración desde el modelo de formación, que permita la promoción cultural profesional. Se evidencian insuficiencias en la concepción teórico-metodológica de la dimensión extensionista y su articulación con las peculiaridades de la carrera Educación Preescolar, de manera que revele la singularidad en su integración con los objetivos formativos y garantice la preparación de los estudiantes para convertirse en modelo de estimulación del desarrollo integral de los niños de cero a seis años, de orientación a la familia y de interacción comunitaria.
Palabras clave: formación, Educación Preescolar, extensión universitaria, dimensión extensionista.
Abstract
The university extension is indispensable to form professionals able to assume protagonist lists in dissimilar scenarios; of there the importance of their bond with the particularities of the formative process of the student of the major Education Preschooler to fulfill their social responsibility. Theoretical and methodological foundations are presented, starting from the use of the historical and logical methods, analysis and synthesis, induction and deduction, systematizing, modulation and the systemic one structural functional. It contributed it to base the educational pattern of dimension extensionist for the formation of the student of this major. To form professionals with a high social commitment, able to integrate and to extend that learned to their performance contexts to give answer to professional and social problems, it requires of an integration from the formation pattern that allows the promotion cultural professional. Inadequacies are evidenced in the theoretical-methodological conception of the extensionist dimension and their articulation with the peculiarities of the major Nursey Education, so that they reveal the singularity in their integration with the formative objectives and guarantee the preparation of the students to become model of stimulation of the integral development for the zero children to six years old, of orientation to the family and of community interaction.
Keywords: formation, Nursery Education, university extension, extensionist dimension.
Introducción
La universidad tiene el encargo social de formar y desarrollar intelectual, moral, estética, ideológica y físicamente a todos los sujetos que intervienen en los procesos realizados en ella y cuyo contenido es la creación, la conservación, la difusión y el disfrute de la cultura. Cumple una función social al promover la cultura de la humanidad, incluyendo la cultura de las profesiones, a partir de las necesidades de la comunidad y para dar respuesta a las demandas sociales con su intervención y aportes renovadores. Resulta necesario entonces, brindarle a la extensión universitaria el papel que le corresponde en la formación profesional a partir de las posibilidades que ofrece para obtener, construir y transmitir el conocimiento por diversas vías.
Hay que resaltar cómo el Reglamento organizativo del proceso docente y de dirección del trabajo docente y metodológico para las carreras universitarias (R/M 47/2022), reconoce la forma curricular y extracurricular, a través de las cuales se desarrolla la formación de los profesionales. Incluye, además, a la extensión universitaria como uno de los elementos de vital importancia para la formación integral de los estudiantes; sin embargo, la excluye al plantear “La integración de las actividades académicas, laborales e investigativas debe hacerse efectiva durante todo el proceso de formación” (MES, 2022, p.3).
Asimismo, el propio documento expone que estas son las vías a utilizar para el desarrollo de la labor educativa desde el enfoque integral. Lo cual se concreta en las dimensiones educativas de la formación del estudiante, dígase: curricular, extensión universitaria y actividades sociopolíticas, diseñadas en la estrategia educativa de cada nivel.
A su vez, el Ministerio de Educación Superior (MES) (2004), en su Programa Nacional de Extensión Universitaria (PNEU) recoge, dentro de sus lineamientos generales, el fortalecer la dimensión extensionista del enfoque integral para la labor educativa. También establece proyecciones que constituyen, puntos de partida en la búsqueda de sus fundamentos y perfeccionamiento; así como para su implementación, a partir de la realidad objetiva.
Además, se puedo comprobar como autores en los últimos años han abordado la extensión universitaria como es el caso de Cardoza, (2019), quien direcciona la formación de estudiantes de la Licenciatura en Educación Primaria, para promover la cultura rural montañesa. Además, Camilo, (2020); se refiere a la dinámica del proceso, desde las posibilidades que ofrecen las TIC; Calistre (2022) gestiona la extensión universitaria para las actividades deportivas competitivas y Carbonell, (2022), se dirige al perfeccionamiento de la extensión universitaria en la carrera Pedagogía, en el contexto angolano. Sus trabajos han sido de gran valor por el análisis de los diferentes criterios, sin embargo, hasta el momento se carece de algún estudio que responda a las especificidades de la carrera Educación Preescolar.
Por otro lado, el MES (2016), desde el actual plan de estudios “E” le asigna a la carrera Educación Preescolar, el reto de la formación de un profesional innovador y creativo con un alto compromiso social. De ahí, la misión de formar a un estudiante con la capacidad para alcanzar una cultura general integral y preparación ideológica que le permita convertirse en modelo de estimulación del desarrollo integral de niños y niñas de 0 a 6 años, de orientación a la familia y de interacción con los agentes y agencias socializadoras de la comunidad.
La formación del estudiante de la carrera Educación Preescolar ha sido objeto de investigaciones, entre ellas se destacan, las realizadas por Hernández, (2003), Martínez, (2004), Vega, (2008), Alonso, (2010), Montero, (2019). Aunque dichos estudios constituyen precedentes significativos para esta investigación, son insuficientes los aportes teóricos, desde la dimensión extensionista, a la formación de dicho estudiante; lo cual hace evidente su estudio y contextualización.
Todo lo expuesto permite reconocer insuficiencias en la concepción teórico-metodológica de la dimensión extensionista y su articulación con las peculiaridades de la carrera Educación Preescolar, de manera que revele la singularidad en su integración con los objetivos formativos; por tanto, son insuficientemente aprovechadas las posibilidades de la dimensión extensionista para la obtención, consolidación y transmisión de conocimientos, habilidades, valores, actitudes y aptitudes en el estudiante de la carrera Educación Preescolar.
Es por ello que el objetivo del estudio está en fundamentar un modelo educativo de dimensión extensionista para contribuir a la formación del estudiante de la carrera Educación Preescolar.
Desarrollo
En el estudio del término formación se comprobó que se utiliza ampliamente en la pedagogía y que adquiere una gran significación cuando se declara como fin de la educación, la formación de una personalidad integral y armónica. Al respecto, Álvarez, (1999) plantea que “formación es el proceso y el resultado cuya función es la de preparar al hombre en todos los aspectos de la personalidad” (p.12). Y añade “es el proceso en el cual el hombre adquiere su plenitud, tanto desde el punto de vista educativo como instructivo y desarrollador” (p.15). Se reconoce este referente desde una perspectiva integradora en la preparación de los estudiantes para el desempeño profesional, sin descuidar la complejidad de la personalidad; así como el sistema de influencias que recibe durante ese proceso.
Así, “el término formación, en la Educación Superior cubana, se emplea para caracterizar el proceso sustantivo desarrollado en las universidades con el objetivo de preparar integralmente al estudiante en una determinada carrera universitaria…” (Horruitiner, 2009, p.20). Y es que la formación es el proceso fundamental de la universidad, al cual se integran otros con el fin de garantizar la preparación integral de los estudiantes para el cumplimiento de su encargo social.
Siguiendo la idea anterior, en el devenir del proceso de formación de los estudiantes de la carrera Educación Preescolar en Cuba se han producido avances a raíz de investigaciones científicas, en el empeño de contar con una mayor preparación para atender las necesidades personales y sociales; así como saber enfrentar y promover iniciativas ante contradicciones. Aun así, se carece de constructos teóricos y metodológicos que favorezca, desde la dimensión extensionista, dicho proceso.
En otro orden, los estudios demuestran la necesidad que, en el proceso de formación de los estudiantes de esta carrera, se ofrezca una mayor integración de contenidos, que sean más flexibles y que se enmarquen en la contextualización. Tales aspectos pueden favorecer el enriquecimiento del currículo y también la formación cultural integral y profesional pedagógica; a lo cual contribuye la dimensión extensionista en un proceso de formación integrador.
De este modo, “el profesional de la Educación Preescolar presenta desempeños muy especiales producto del objeto de trabajo que posee” (Hernández, 2003, p.6). Referidos a la atención y estimulación del desarrollo integral de los niños de cero a seis años de edad y la orientación educativa que prepare a la familia y a la comunidad. De ahí, las peculiaridades del proceso de formación, a lo cual contribuye de forma articulada, la dimensión extensionista.
Así pues, el contenido de trabajo de cada profesión demanda de particularidades; y la actividad del profesional lo distingue del resto. Ese también es el caso de educar a los niños desde su nacimiento hasta los seis años, por la trascendencia de esta etapa para el desarrollo de su personalidad; lo cual exige a la persona que a ella se dedica, características muy especiales.
Por tanto, el profesional de la Educación Preescolar, ha de ser una persona portadora de virtudes y valores distintivos, profesionalmente calificada y preparada para educar y concebir los diferentes momentos educativos en una institución o modalidad; también formada para la orientación psicológica y pedagógica requerida por la familia (Benavides et al., 2021). Este referente guarda estrecha relación con las esferas de actuación; para lo cual requiere de vocación, amor, dedicación, principios éticos y morales.
Al docente, se le confiere una función de vital importancia por ser este un mediador por excelencia de la cultura, facilitador, guía y conductor de la atención educativa de las nuevas generaciones. Además, un investigador e innovador favorecedor del crecimiento espiritual y cognitivo de los niños (Siverio y López, 2005). A este se le debe tener como centro del proceso educativo que dirige, junto a las familias en diferentes comunidades.
Concierne entonces, formar educadores que sientan amor por los niños, por su profesión, que los valores en su accionar estén en correspondencia con los priorizados por la sociedad y por la hermosa tarea a desempeñar. Pues deben distinguirse por una alta sensibilidad hacia los niños y el trato afectivo y educativo a la familia, atención, suavidad, paciencia, perseverancia, tranquilidad, sentido del humor y optimismo. Además, el uso del tono de la voz, los gestos y la mímica, son rasgos que conforman la función comunicativa, y como tal se relaciona con la formación educativa y humanista del estudiante de la carrera Educación Preescolar en su dimensión extensionista.
A lo anterior se añade que el proceso formativo que se desarrolla en la carrera debe ir dirigido a preparar al estudiante como educador de primero a sexto año de vida en los círculos infantiles, como maestro del grado preescolar en las escuelas primarias, como promotor del Programa Educa a tu hijo; así como profesor en las escuelas pedagógicas o la universidad. Esto le imprime a su formación una distinción y una preparación cultural integral.
Además, durante la pandemia de COVID-19 la dimensión extensionista de la formación del estudiante asume la modalidad virtual, en la búsqueda de su perfeccionamiento, atemperado a la realidad educativa. Etapa donde la educación digital “implica el uso de tecnologías digitales con el objetivo específico de desarrollar competencias y habilidades tanto en profesores como en estudiantes, fomentando un proceso de aprendizaje continuo” (Sandoval et al., 2024, p. 102).
En ese contexto, fue necesario, para el logro de los propósitos investigativos, ejecutar de forma virtual las acciones diseñadas; puesto que “se puso claramente al descubierto la necesidad urgente de aliar las tecnologías y los recursos humanos para transformar los modelos escolares” (Mendoza y Toral, 2024, p.79). Ello trajo consigo nuevos retos como la creación de grupos de WhatsApp, a partir del diagnóstico del colectivo, individual y tecnológico; así como la ejecución de concursos, festivales, eventos y cursos en esta modalidad. También se desarrollaron nuevas formas de evaluación.
No obstante, existen insuficiencias en:
- La concepción teórico-metodológica de la dimensión extensionista y su articulación con las peculiaridades de la carrera Educación Preescolar.
- La planificación, ejecución, control y evaluación de la dimensión extensionista de manera que revele la singularidad en su integración con los objetivos formativos del modelo del profesional de la carrera Educación Preescolar.
- El desarrollo de conocimientos, habilidades, valores, actitudes y aptitudes en los estudiantes de la carrera Educación Preescolar de la Universidad de Guantánamo; lo cual limita su participación en proyectos, actividades, acciones y tareas extensionistas.
Concepción del modelo educativo de dimensión extensionista
El modelo concebido como “una abstracción de aquellas características esenciales del objeto que se investiga, que permite descubrir y estudiar nuevas relaciones y cualidades (…) con vista a la transformación de lo real” (Valle, 2012, p.80), constituye referente en esta investigación, en tanto favorece la búsqueda de la transformación del estado actual de la dimensión extensionista de la formación del estudiante en la carrera Educación Preescolar, al ofrecer las relaciones entre sus componentes.
De igual manera, se reconoce al modelo educativo como “la representación de aquellas características esenciales del proceso para la formación del hombre, o de sus partes, en un plano social general” (Valle, 2007, p.10). Desde esta posición se asume el carácter procesal y las nuevas cualidades que se originan en la construcción de un modelo educativo de dimensión extensionista para la formación del estudiante de la carrera Educación Preescolar.
El modelo educativo de dimensión extensionista para la formación del estudiante de la carrera Educación Preescolar se sustenta en el método dialéctico materialista; pues como base filosófica general, la dialéctica materialista permite explicar la dinámica y las relaciones de ese proceso desde un enfoque integral que posibilite la interacción de los estudiantes de la carrera y las comunidades.
A partir del propósito del modelo como sistema y del funcionamiento de sus subsistemas, se requiere un principio que establezca la dirección de acciones educativas, desde la integración de los factores estructurales, dimensionales y actitudinales convergentes en el proceso formativo; de manera que se logre la integración sociocultural profesional. Por consiguiente, se declara en el modelo educativo de dimensión extensionista para la formación del estudiante de la carrera Educación Preescolar, el principio de integración multifactorial, devenido en guía para su concreción teórica y práctica.
El modelo educativo de dimensión extensionista para la formación del estudiante de la carrera Educación Preescolar requiere de un principio que fundamente teóricamente su interpretación; así como su implementación creadora, desde el enfoque integral para la labor educativa. De esta manera, se determina el principio de integración multifactorial para propiciar la relación estrecha y sistemática entre los factores estructurales, dimensionales y actitudinales durante la formación del estudiante de la carrera Educación Preescolar, desde la dimensión extensionista. A fin de contribuir al desarrollo de su personalidad y además, que les posibilite actuar en concordancia con la profesión en los diferentes contextos socioeducativos.
En otro orden, el término factor se introduce para determinar los elementos o componentes que han de integrarse para la proyección de la dimensión extensionista, en una dirección educativa común. Es por ello que se declaran:
- Factores estructurales: se incluyen el colectivo de carrera, los de las disciplinas, asignaturas y años, que desempeñan funciones específicas en beneficio de la formación de la personalidad del estudiante de la carrera.
- Factores dimensionales: compuestos por la integración de lo curricular y lo extracurricular en la formación de los estudiantes.
- Factores actitudinales: en ellos se incluyen las acciones a desarrollar por actores y agentes en estrecha interacción en los contextos socioeducativos, lo cual genere cambios en los modos de actuación.
De esta forma se produce una relación entre las estructuras, las dimensiones y las acciones que realizan los implicados en el proceso de formación. Ello origina la retroalimentación y la toma de decisiones, a partir de los resultados de la implementación del principio de integración multifactorial.
Atendiendo a todo lo anteriormente referido, el principio de integración multifactorial, direcciona los subsistemas del modelo educativo de dimensión extensionista para la formación del estudiante de la carrera Educación Preescolar. En este sentido, el modelo contempla dos subsistemas como expresión de sus movimientos internos y revela el sistema de relaciones entre sus componentes. Estos subsistemas son: teórico extensionista y metodológico extensionista.
Particularmente, el subsistema teórico extensionista es la vía de proyectar desde la relación de sus componentes y su dinámica, los elementos necesarios, a fin de perfeccionar el proceso de formación desde la dimensión extensionista. Se requiere que los estudiantes ajusten su cultura personal y destaquen los elementos personológicos indispensables para su futuro desempeño como educador de la Primera Infancia; todo ello en relación con la cultura profesional que se construye a partir de la apropiación de conocimientos, habilidades y valores, que en su generalidad y en su integración, tributan a la identidad cultural profesional.
Por consiguiente, la estructura del subsistema teórico extensionista, se concibe desde el análisis del Modelo del profesional de la carrera Educación Preescolar, en aras de reconocer la existencia de la dimensión extensionista en la formación del estudiante; y se transita hacia una nueva relación de representaciones y significados de códigos que determinan el papel rector de dicho modelo en la formación del estudiante de esta carrera. Ello aporta coherencia al desarrollo cultural de este, a través del modelo educativo de dimensión extensionista para su formación.
Así, el componente cultura personal se enuncia como las cualidades propias del sujeto y básicas, para asumir la función de educador de la Primera Infancia, las cuales se sintetizan, en habilidades comunicativas, cualidades aptitudinales y axiológicas; adquiridas todas en los contextos culturales, de las relaciones que en ellos se establecen y del desarrollo de sus facultades intelectuales.
Es por ello que, cuando el estudiante ingresa a la universidad trae consigo una cultura que se exterioriza a través del lenguaje y de modos de comportamiento. Todo ello, resultado de las influencias culturales y educativas recibidas durante los años anteriores a su vida universitaria.
Vale señalar que el componente cultura personal constituye un aspecto importante en el diagnóstico integral del estudiante; pues permite obtener una visión individual y totalizadora como punto de partida para la proyección del subsistema teórico metodológico. Lo anterior condiciona la aprehensión de nuevos saberes; así como la estabilidad y perfeccionamiento de los aspectos fundamentales de la estructura de la personalidad ya formados, que lo va a preparar para su futura profesión.
En este componente constituyen elementos fundamentales los intereses, las motivaciones y la necesidad de los estudiantes de determinar su lugar en la vida, estrechamente vinculado a la preocupación por el futuro personal y profesional. Lo referido es esencial para que predomine una formación con un matiz único y se posibilite la consolidación de la cultura, las relaciones personales y la interacción en los contextos.
En este orden de ideas, resulta necesario determinar las cualidades que el estudiante debe poseer como parte de una cultura personal, en su aspiración de formarse como educador de la Primera Infancia. Así, en las habilidades comunicativas del estudiante debe manifestarse un lenguaje verbal y no verbal, adecuados a la profesión, el dominio de su lengua materna, en especial: la fluidez, el tono de voz, los gestos y la mímica. Todo ello le permitirá adquirir habilidades específicas como: narrar, describir, conversar, explicar, escenificar y dramatizar.
Por otra parte, las cualidades aptitudinales revelan las condiciones que el estudiante posee, desde su cultura personal, para el canto, la música, el dibujo, el modelado, el trabajo manual y la creatividad. Ellas facilitan la estructuración del proceso de formación, la atención a las individualidades y el aprovechamiento de las potencialidades para la construcción de acciones de cultura profesional. Igualmente, el estudiante debe poseer cualidades axiológicas como la honestidad, el patriotismo, el humanismo de una connotación significativa en su formación; en tanto le permite la consolidación de nuevos valores relacionados con la profesión escogida.
Lo anteriormente señalado supone un movimiento de integración de las habilidades comunicativas con las cualidades aptitudinales y axiológicas que identifican la cultura personal de los estudiantes. En el subsistema teórico extensionista estas se movilizan para conducir, de manera gradual, a su crecimiento cultural, en la dialéctica universidad-comunidad, objeto-sujeto y sujeto-sujeto durante la construcción y apropiación de contenidos culturales.
Por otra parte, el componente cultura profesional se manifiesta como resultado de un proceso formativo intencionado hacia los significados y sentidos de la profesión; favorece que construyan y reconstruyan conocimientos, habilidades y valores propios del educador de la Primera Infancia para que pueda dirigir, con creatividad, enfoque desarrollador y lúdico, las diferentes acciones educativas. Es en el componente cultura profesional que se intencionan los conocimientos, habilidades y valores profesionales. Lo cual se requiere para brindar solución a las limitaciones individuales y estimular la apropiación de la cultura de la profesión desde la cultura propia.
En otro movimiento dentro del subsistema teórico extensionista entre los componentes cultura personal y cultura profesional emerge la identidad cultural profesional, entendida como la cualidad que expresa la identificación del estudiante con la profesión, como plataforma que fundamenta sus conocimientos, sentimientos de pertenencia, valores y actuación consecuente. En ella se revela la articulación de las individualidades con las peculiaridades de la carrera y las influencias educativas; todo en beneficio personal, profesional y social.
Estos conocimientos generarán formas de pensar, de hablar, de vestir, conductas y normas de comportamiento evidentes en la cotidianidad y en las relaciones sociales. Por tanto, desempeñan una función primordial en la transformación del estudiante hacia la identidad con la profesión escogida, sus particularidades y su desempeño en la sociedad.
Lo expuesto sobre la relación entre los componentes de este subsistema se representa gráficamente a continuación:
Figura 1
Representación del subsistema teórico extensionista
Fuente: Elaboración propia
En este sentido, el subsistema metodológico extensionista revela las relaciones que se producen a partir de la intervención interactiva de actores y agentes de forma consciente y activa en los contextos socioeducativos. De ahí, se proyecta el accionar de ellos hacia la promoción cultural profesional.
Así, el componente intervención interactiva, comprende la forma como se manifiesta la incidencia participativa, consciente, activa, de intercambio entre actores y agentes en las diferentes formas organizativas y componentes extensionistas. Ello condiciona la ejecución de manera organizada y facilita el control y la evaluación, tanto de las personas, como de las acciones que se llevan a cabo dentro o fuera de la universidad.
El componente contextos socioeducativos se enuncia como los entornos de convergencia e interacción de actores, agentes y agencias de la comunidad, que propician la preservación, el desarrollo y la promoción cultural profesional. Este componente es ineludible para la transferencia de toda la cultura atesorada por generaciones y el desarrollo de la personalidad del estudiante de la carrera Educación Preescolar para el ejercicio de la profesión; a través de la comunicación en la actividad y de las relaciones que se establecen en ella.
De esta manera, el componente contextos socioeducativos se enmarca a partir de los diferentes espacios donde interactúan los estudiantes en su proceso de formación y reciben influencias educativas, sociales, culturales. Es por ello que se aprecian como espacios formativos, al compartir intereses y actividades en común profesores, estudiantes, familia y comunidad.
Cabe significar cómo en los contextos socioeducativos se proporciona un sistema integrado de valores, y normas de comportamiento, socialmente adquiridos, los cuales posibilitan cohesión e identidad con la comunidad que habitan. A su vez, son la materialización de los significados compartidos y por lo tanto deben ser conocidos, preservados y desarrollados.
Como resultado de la relación entre los componentes intervención interactiva y contextos socioeducativos, emana la promoción cultural profesional que complementa el subsistema metodológico extensionista. Se redimensiona a la vez que adquiere nuevos matices consecuentes de la interacción dinámica de actores y agentes en los contextos de actuación.
Por consiguiente, el componente promoción cultural profesional se concibe como el conjunto de acciones coherentes y sistemáticas, en beneficio de la creación, conservación, difusión y disfrute de la cultura de la profesión; como fortaleza que asegura la actitud y aptitud del estudiante en el desempeño como futuro educador de la primera infancia, a través de la intervención interactiva en los contextos socioeducativos. Es por ello que adquiere especial significado para la dimensión extensionista de la formación del estudiante en la carrera Educación Preescolar:
La creación de la cultura de la profesión, como la producción personal que establece el estudiante al enfrentarse al sistema de conocimientos, habilidades, valores profesionales y surge por el sentimiento de pertenecer, de ser parte de lo que se construye también con lo que aporta a la transformación. De ello surgen nuevas actitudes, compromisos y responsabilidades.
La conservación de la cultura de la profesión es el estado de mantenimiento en la apropiación y transmisión de la cultura adquirida a partir de la interacción con el objeto de la profesión; esta necesita ser cuidada, conservada y asumida en lo personal para beneficio colectivo. Requiere realizar esa función de lo que se siente parte activa.
La difusión de la cultura de la profesión no es más que la transmisión de lo adquirido por el estudiante durante su formación, en las relaciones con los profesores, tutores y el grupo, que lo hacen portador, del cúmulo de conocimientos, habilidades, aptitudes, valores y actitudes, que se aprecian en normas de comportamiento y modos de actuación peculiares a la profesión. Ello significa poder participar en la toma de decisiones, y más aún, en la solución de los problemas con independencia y creatividad.
El disfrute de la cultura de la profesión constituye el elemento más importante del ciclo de la promoción cultural, puesto que se traduce en la satisfacción alcanzada por el estudiante al cumplir los objetivos, al aprovechar lo que hace y conoce; al sentirse orgulloso de ser quien es, de aprender a vivir junto a otros para la transmisión de la cultura adquirida y contribuir así, al bienestar de los demás.
Todo ello supone, el desarrollo de la personalidad del estudiante de forma tal que actúe con independencia, responsabilidad y compromiso; que le permitan la combinación de una cultura suficientemente amplia, con la posibilidad de profundizar en el conocimiento de la profesión. Es aprender a aprender y su aprovechamiento para toda la vida.
También debe mostrar el interés de ser, no solo un profesional de la Educación Preescolar, sino adquirir competencias que lo capaciten para las situaciones de los contextos donde interactúa; así como trabajar en colectivo. Para ello ha de comprender a los demás, respetar las individualidades y aprovechar las potencialidades en búsqueda de la solución de las problemáticas que se presenten.
Por tanto, la promoción cultural profesional que ejerce el estudiante de la carrera Educación Preescolar se dirige hacia los niños, las familias y miembros de la comunidad con el objetivo de estimular su participación en la formación de la personalidad de estos, como un hecho socioeducativo. Ello supone la formación de una comunidad culta, creadora y participativa, por la propia asimilación de la cultura de forma activa y en beneficio de las nuevas generaciones.
Para promover la cultura es fundamental conocer las características de la realidad cultural de cada comunidad, la identificación de sus potencialidades y recursos; la detección de sus problemas, conocer sus valores patrimoniales, los gustos, intereses, los niveles alcanzados en la producción y creación de la población. De forma tal que se pueda influir positivamente y estimular el desarrollo sociocultural, a partir de la interacción de actores, agentes y agencias en las diferentes formas de organización del trabajo extensionista.
Así, el segundo subsistema del modelo se representa gráficamente de la siguiente manera:
Figura 2. Representación del subsistema metodológico extensionista
Fuente: Elaboración propia
A partir de las relaciones que se manifiestan entre los componentes estructurales del modelo educativo de dimensión extensionista para la formación del estudiante de la carrera Educación Preescolar, emerge la integración sociocultural profesional como cualidad de orden superior. En ella se significa, la cultura de una profesión que escoge el estudiante para ejercer en los próximos años, la cual determina el desarrollo de la personalidad para cumplir con el encargo social y que lo identifican cultural y profesionalmente.
Incluye, además, la promoción de esos nuevos saberes culturales relacionados con la profesión en los diferentes contextos socioeducativos, a partir de la intervención interactiva de la comunidad intra y extrauniversitaria. Por consiguiente, es producto de un sistema de relaciones manifiesto en el modelo educativo de dimensión extensionista para la formación del estudiante de la carrera Educación Preescolar.
Por tanto, al tener en cuenta las características esenciales del modelo de dimensión extensionista de la formación del estudiante de la carrera Educación Preescolar, la integración sociocultural profesional se concibe como el modo en que el estudiante manifiesta un complejo entramado de niveles cognitivos, instrumentales y actitudinales adquiridos a partir de las influencias educativas, de las relaciones en su interacción en los contextos socioeducativos y el desarrollo de sus potencialidades. Ello posibilita preservar, desarrollar y promover, de forma innovadora, independiente y creativa, la cultura profesional; a través de su creación, conservación, difusión y disfrute.
Conclusiones
La aplicación de métodos de investigación, revela insuficiencias que limitan el aprovechamiento del carácter formativo e integrador de la extensión universitaria en la formación del estudiante de la carrera Educación Preescolar, a partir de sus peculiaridades.
Se diseña un modelo educativo de dimensión extensionista para la formación del estudiante de la carrera Educación Preescolar, dinamizado por el principio de integración multifactorial, que se convierte en fundamento para la conducción y concreción teórica y práctica del mismo.
Con los elementos teóricos y metodológicos aportados se enriquece la teoría existente en torno a la formación profesional, específicamente del estudiante de la carrera Educación Preescolar; a partir de la sistematización, concepción y modelación de dicho proceso.
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[1] Licenciada en Educación Preescolar, Máster en Ciencias de la Educación, Profesora Auxiliar. Departamento de Educación Preescolar, Universidad de Guantánamo. Cuba. E-mail:: miriaisguibert@gmail.com ORCID: https://orcid.org/0000-0001-7423-932X