Orientaci�n educativa a la familia para estimular el desarrollo sensorio-motriz en el primer a�o de vida
Educative orientation to the family to
stimulate sensory-motion development in early
childhood
�Jos� Luis C�spedes S�nchez[1]
�Elvira Alonso Hern�ndez[2]
�Maria de la Caridad
Smith Batson[3]
Resumen
La orientaci�n educativa a las familias constituye una de las premisas del desarrollo sensorio-motriz en el primer a�o de vida de los ni�os y las ni�as, est� dirigida a brindar conocimientos, no solo del nivel alcanzado, sino sobre las potencialidades que puede lograr. El informe que se presenta, contiene un modelo educativo que revela el contenido de la orientaci�n educativa a la familia, a partir de las relaciones entre sus subsistemas y componentes. El aporte pr�ctico de la investigaci�n radica en una estrategia educativa, que se construye mediante acciones f�sicas educativas con car�cter participativo, integradas al proceso de orientaci�n a la familia durante la estimulaci�n del ni�o o la ni�a, sobre la base de la individualidad y la diversidad. Se proponen indicadores para evaluar la zona de desarrollo pr�ximo sensorio-motriz y estimular al m�ximo su desarrollo mediante un sistema de ayudas a las familias. El modelo y la estrategia educativas fueron sometidas a la valoraci�n mediante el criterio de expertos para corroborar su confiabilidad, factibilidad e importancia. Se lograron las transformaciones deseadas en ni�os, ni�as y sus familias y para contribuir a lograr el m�ximo desarrollo integral posible en la Primera Infancia.
Palabras clave: orientaci�n educativa, familia, desarrollo sensorio-motriz.
Abstract
Educative orientation to families
constitutes one of the premises for the sensory-motion development of
children�s first year of age. This article is directed to offer knowledge, not
only to know the level attained, but also the level and possibilities the child
can reach. This study contains an educative model that reveals the content of
educative orientation to the family taking as a point of departure the existing
relations among its subsystems and components. The practical contribution lies
on an educative strategy constructed through physical-educative actions with a
participatory character, integrated to the process of family orientation during
children stimulation, on the basis of individuality and diversity. The proposal
is to establish indicators to evaluate the zone of proximal development or
sensory-motion and stimulate the maximal development through a system of aids
to the families. The educative model and the educative strategy were subject of
the appraisal of experts criteria to corroborate its reliability, feasibility
and importance. The desired transformations in the children and their families
were attained, and that way there was a contribution to achieve the maximum
possible integral development in early childhood.
Keywords:� educative orientation, family, sensory-motion
development.
Introducci�n
La atenci�n a las necesidades del desarrollo en la Primera Infancia es un reto formulado por la Organizaci�n de las Naciones Unidas, la Ciencia y el Deporte (UNESCO), a la Educaci�n para el siglo XXI y el Proyecto Regional de Educaci�n para Am�rica Latina y el Caribe (PRELAC) (UNESCO, 2017). La Primera Infancia resulta trascendental en el desarrollo del ni�o y la ni�a. Es precisamente en esta etapa donde se enfrenta al medio circundante permiti�ndole desarrollar habilidades de adaptaci�n al mismo, y se caracteriza por un acelerado crecimiento f�sico, en el cual se adquieren un conjunto de habilidades y competencias funcionales que facilitan el logro de su potencial futuro.
En relaci�n
con lo anterior, L�pez y Siverio (2006), aseveran que la Educaci�n F�sica no ha de estar
centrada solo en los movimientos, sino en el ni�o, en sus vivencias,
experiencias, necesidades, motivos e intereses, como sujeto activo, como
personalidad en formaci�n, dentro de este proceso. Por ello, el v�nculo entre
el desarrollo sensorial y motriz, se evidencia como un proceso continuo en el
que paso a paso los ni�os y las ni�as controlan su propio cuerpo para lograr
desarrollar habilidades y destrezas f�sicas, se precisa conocer cada etapa
evolutiva y estimular al m�ximo los movimientos en cada etapa de vida.
Dis�miles investigadores han estudiado sobre la orientaci�n a la familia
para el desarrollo
sensorio-motriz, como: Gonz�lez
(2001), B�cquer (2014), Hern�ndez (2005), Amaro (2016),
Leyva (2017), entre otros. Los autores referidos han enriquecido los
fundamentos te�ricos sobre la tem�tica y aportado experiencias pr�cticas
mediante actividades, juegos, caracter�sticas evolutivas, acciones para
el desarrollo de los movimientos y preparaci�n a ejecutores directos. Estos
sustentos han servido de apoyo para la presente investigaci�n, porque tratan
los diferentes movimientos que los ni�os y las ni�as deben realizar seg�n la
etapa de vida, como resultado del desarrollo biol�gico y el contexto social,
pero sin llegar a proponer estrategias para el m�ximo desarrollo potencial
sensorio-motriz.
A partir del
an�lisis de estas insuficiencias y de las investigaciones consultadas, se puede
apreciar que son escasos los fundamentos te�rico-metodol�gicos existentes, y la
carencia de una base te�rica sistematizada que sustente la orientaci�n educativa a la familia para el desarrollo sensorio-motriz,
a partir de indicadores para el
diagn�stico. Ello propicia las condiciones cient�ficas para considerar que,
aunque existe una elevada producci�n cient�fica en materia de orientaci�n
educativa a la familia, a�n son insuficientes los resultados para lograr el
m�ximo desarrollo potencial sensorio-motriz, lo que obstaculiza el alcance del
movimiento infantil en el primer a�o de vida.
Desarrollo
La orientaci�n educativa a la familia para el desarrollo sensorio-motriz
La orientaci�n educativa a la familia constituye un recurso de ayuda que favorece su accionar para el desarrollo sensorio-motriz, las experiencias vividas por los ni�os y las ni�as en el primer a�o de vida son fundamentales para el desarrollo posterior. Sobre el tema, B�cquer (2014), plantea, que la etapa m�s importante del individuo son sus primeros a�os, donde la familia y el entorno social juegan un papel fundamental en su desarrollo f�sico, sin embargo, en el Programa Educativo de la Primera Infancia (2021), se estimulan acciones f�sicas-educativas para que el ni�o o la ni�a cumpla con logros el desarrollo en estas etapas de vida, pero no siempre se les brindan los niveles de ayuda necesarios para lograr un m�ximo desarrollo potencial.
Significa entonces, que es a trav�s de v�nculo entre el desarrollo sensorial y motriz que comprenden el mundo e interact�an como un proceso continuo, en el que paso a paso controlan su propio cuerpo hasta desarrollar habilidades y destrezas f�sicas. Se precisa conocer cada etapa evolutiva para estimular al m�ximo los movimientos. Al respecto, los autores coinciden con Fern�ndez (2006), al referir que los programas, manuales y gu�as de estimulaci�n en la Primera Infancia tienen una proyecci�n hist�rico-cultural, en ocasiones describen las actividades, y se ajustan al nivel de desarrollo actual, adem�s consideran el desarrollo pr�ximo en la actividad m�s compleja que le suceder� evolutivamente.
Asumir lo anterior, presupone considerar que no siempre las v�as y formas que se han utilizado para la orientaci�n a la familia potencian al m�ximo el desarrollo sensorio-motriz, ha quedado demostrado que se necesita promover acciones f�sicas-educativas variadas para cada movimiento acorde a las individualidades de cada ni�o o ni�a. Es por ello que este estudio tiene como fin un modelo y una estrategia educativa de orientaci�n a la familia para el desarrollo sensorio-motriz, mediante niveles de ayuda a las familias a partir de los resultados de los indicadores del diagn�stico del desarrollo actual.
El modelo educativo se construy� desde una percepci�n integradora del proceso del desarrollo sensorio-motriz, contempla la din�mica de la relaci�n entre lo epistemol�gico y lo l�gico, te�rico, pr�ctico, instructivo y educativo, de suma importancia para establecer nexos entre cada subsistema y sus componentes, tambi�n sus rasgos distintivos sobre la base de un fundamento cient�fico, lo que permite transformar la realidad en la pr�ctica f�sica y educativa. Se parti� para ello de estos criterios y de los sustentos te�ricos abordados con anterioridad, se consider� tambi�n necesario el dise�o de un modelo educativo con car�cter sist�mico dirigido a estructurar las acciones f�sicas-educativas que reciben los ni�os y las ni�as en el primer a�o de vida para estimular el m�ximo desarrollo potencial sensorio-motriz.
Para determinar los subsistemas, componentes, cualidades y relaciones esenciales del modelo educativo propuesto, se socializaron los principales aportes de los investigadores citados en los fundamentos te�ricos expuestos, las ideas de los expertos consultados y los resultados del diagn�stico. El mismo tiene un enfoque integral, considera no solo las caracter�sticas de los ni�os y las ni�as, sino que incluye a las familias como mediadoras del desarrollo sensorio-motriz y posibilita el an�lisis l�gico en la determinaci�n de las relaciones internas. El modelo tiene como funci�n b�sica integrar y contextualizar la orientaci�n a la familia para el desarrollo potencial sensorio-motriz en los componentes comunidad, familia y ejecutores.
Se refiere, adem�s, a individualizar las acciones f�sicas educativas desde los subsistemas cognitivo afectivo, ejecutor-pr�ctico, el diagn�stico y la evaluaci�n, sustentadas en la unidad existente entre el desarrollo sensorial y motriz, que requiere la integraci�n en las actividades acorde al nivel de desarrollo de los ni�os y las ni�as. El modelo propuesto tiene como prop�sito:
- Dar respuesta al m�ximo desarrollo potencial sensorio-motriz en los ni�os y las ni�as del primer a�o de vida, a partir del diagn�stico.
- Ofrecer los argumentos que permitan contribuir y enriquecer la orientaci�n a la familia para el desarrollo sensorio-motriz.
- Brindar a los ejecutores y a las familias con ni�os y ni�as comprendidas en edades en la primera infancia, un modelo educativo y las acciones f�sicas educativas para su m�ximo desarrollo potencial sensorio-motriz a partir de las individualidades de cada uno.
El modelo educativo para estimular el m�ximo desarrollo potencial sensorio-motriz en los ni�os y ni�as que se ofrece en esta investigaci�n se sustenta en los fundamentos epistemol�gicos:
- La concepci�n dial�ctico-materialista de Marx y Engels (1973).
- La teor�a Hist�rico-Cultural de Vigotsky (1989) y sus disc�pulos.
- La comprensi�n de orientaci�n de Del Pino (1997) y sus seguidores.
- La teor�a del desarrollo cognitivo de Piaget (1965).
Para esta nueva concepci�n te�rica, se consideran los elementos generales explicados para el diagn�stico por Rodr�guez (2013):
- De un diagn�stico de resultado-producto a un diagn�stico proceso-pron�stico de la zona de desarrollo pr�ximo.
- De test o pruebas que s�lo miden resultados cuantitativos globalizados a pruebas diagn�sticas objetivas por cada movimiento, seg�n el desarrollo alcanzado.
- De un diagn�stico �a ciegas�, a un diagn�stico con indicadores, verdaderamente cient�fico.
La nueva construcci�n te�rica facilita determinar las posibilidades del desarrollo y lo concibe con sentido optimista, dentro de las que se ubican las fuerzas motrices de las posibilidades de transformaci�n, en la utilizaci�n de los m�todos, condiciones ambientales y materiales. Se utilizan indicadores para el diagn�stico del desarrollo sensorio-motriz, que intervienen en los procesos de recepci�n y procesamiento de la informaci�n, as� como para el control en la ejecuci�n de los movimientos. Este aporta nuevos elementos que profundizan desde la recepci�n de los est�mulos hasta la programaci�n y ejecuci�n de la respuesta motora.
Los indicadores, persiguen que se asimile y personalice el est�mulo, la cantidad y tipos de est�mulos sensoriales, para ejecutar la tarea y la necesidad de ayuda en el propio momento de la estimulaci�n. Se considera que la estructura para la integraci�n de los componentes anat�micos implicados en la respuesta motriz (m�sculos y receptores sensoriales), incluye diferentes niveles de comportamiento y fuentes de informaci�n, mediante la acci�n mediadora de la familia. Sus premisas constituyen la base que sustenta la contribuci�n te�rica y se proponen:
- La articulaci�n dial�ctica entre el desarrollo sensorio-motriz y su m�ximo desarrollo potencial.
- El car�cter sist�mico de los niveles de ayuda, a partir de la individualidad de cada ni�o o ni�a.
Las mismas permiten adentrarse en la esencia de las relaciones dial�cticas que se generan como n�cleo del nuevo conocimiento, a partir de la identificaci�n de la carencia te�rica, que se concreta en la insuficiente orientaci�n educativa a las familias. Ello ha permitido determinar la intencionalidad educativa para este proceso. Los subsistemas: cognitivo-afectivo, ejecutor- pr�ctico, de diagn�stico y la evaluaci�n, que se estructuran en sus componentes, se relacionan de modo tal que dan lugar a la formaci�n de propiedades cualitativamente nuevas reveladas en los talleres sensorios motrices.
El primer subsistema, cognitivo-afectivo, tiene una funci�n orientadora y engloba los componentes: conocimientos, movimientos y acciones f�sicas educativas para estimular al m�ximo el desarrollo potencial sensorio-motriz en el primer a�o de vida. Durante la orientaci�n educativa a la familia, los ejecutores deben precisar:
- Las acciones f�sicas educativas tienen en cuenta el desarrollo individual sensorial-motriz y su atenci�n diferenciada para potenciar la zona de desarrollo potencial.
- Constancia en los procedimientos educativos. Adem�s de los l�dicos, la observaci�n, los ejercicios propioceptivos, la demostraci�n, la imitaci�n y la conversaci�n.
- Necesidad de alternancia de las actividades.
- Utilizar en el proceso f�sico educativo, medios y juguetes con colores llamativos, sonidos, diferentes formas, texturas y tama�os, que propicien el desarrollo de acciones conjuntas.
Durante las acciones f�sicas educativas, las familias deben acompa�ar cada acci�n con la palabra y el tono de voz adecuado, esto permitir� una reacci�n positiva ante los est�mulos visuales, auditivos, olfativos, gustativos y t�ctiles, para la actividad sensorial y que se desencadenen las respuestas motrices. El dominio de las familias de acciones f�sicas educativas para fomentar el desarrollo m�ximo de los movimientos, un clima emocional favorable, desde lo cognitivo-afectivo en relaci�n con los factores sociales, permite una mejor influencia educativa y se concreta en el proceso de demostraci�n durante el subsistema ejecutor-pr�ctico.
El segundo subsistema, ejecutor-pr�ctico, tiene una funci�n demostrativa que engloba los componentes: familia, m�dicos, enfermeras, ejecutores, los ni�os y las ni�as de primer a�o de vida. La atenci�n a las diferencias individuales en la orientaci�n a las familias constituye un principio rector del proceso educativo a atender y est� presente en cada de momento de la actividad. El desarrollo sensorio-motriz en esta edad se produce de forma abrupta y acelerada, con diferentes ritmos, niveles, variabilidad y vulnerabilidad. Esta, a la vez, constituye la etapa de la vida de mayor riqueza y oportunidades para proporcionar el m�ximo desarrollo potencial sensorio-motriz.
Lo anterior evidencia que es posible estimular el desarrollo sensorio-motriz a partir del conocimiento que se le ofrezca a la familia y a los ejecutores, sobre las necesidades y las potencialidades de los ni�os y las ni�as en el primer a�o de vida y as� elaborar acciones f�sicas educativas desarrolladoras, que estimulen la zona de desarrollo pr�ximo a partir del diagn�stico que se tenga de la zona actual de desarrollo hasta alcanzar la m�xima potencial.
En el caso del agarre, las familias deben conocer que el primer objeto de atenci�n del ni�o o la ni�a es precisamente el rostro del adulto que se inclina hacia �l, le sonr�e, le habla y ese grado de comunicaci�n inicial, fundamentalmente afectiva, se asocia con la satisfacci�n de sus necesidades primarias. Para lograr el proceso de agarre en los ni�os y las ni�as de estas edades, se deben tener en cuenta los siguientes momentos:
1.- La presencia de objetos en la zona de alcance, la direcci�n y la distancia exacta en que se encuentran, su forma, el tama�o y el peso del objeto. Para el desarrollo de las acciones con objetos, la demostraci�n de la acci�n unida a la explicaci�n es primordial, realizar el agarre y luego cumplir las acciones s�lo con indicaci�n verbal. La asimilaci�n de la textura se har� mediante la variaci�n de los objetos, inicialmente es objeto de palpaci�n por parte de la propia familia. El acompa�amiento sensorio-motriz no ser� solo necesario cuando el ni�o o la ni�a no logre alcanzar el objetivo, sino ser� imprescindible estimularlos hacia nuevas metas, por ejemplo, colocar sus manos alrededor del biber�n y retirar poco a poco la ayuda, o colocar al beb� boca abajo, sobre el est�mago, con las piernas flexionadas y apoyar la palma de la mano del adulto contra sus pies.
2.- En el caso del gateo, los ejecutores y las familias demuestran el gateo para que los ni�os y las ni�as observen sus movimientos, utilizando los recursos que ya tiene formados para cumplimentar la soluci�n del problema, esta activaci�n de los procesos en desarrollo se estimula mediante los niveles de ayuda que se brindan durante la actividad. El aprendizaje sensorio-motriz colaborativo es un m�todo que implica a la familia en colaboraci�n con los ni�os y las ni�as que hayan logrado realizar el gateo, se estimularan de una u otra forma, en colaboraci�n, las tareas planteadas y se determina cu�n lejos se extiende aquella posibilidad de colaboraci�n y hasta donde necesitan ayuda para realizar el gateo.
Si el ni�o o la ni�a no consigue la postura adecuada para el gateo, la familia puede aumentar el tiempo para la realizaci�n de la tarea, variar las condiciones externas, iniciar con sugerencias verbales, mediante la comunicaci�n afectiva. Determinar los niveles de ayuda, la cantidad y tipo de est�mulos necesarios y la respuesta sensorio-motriz, con ello se favorece el desarrollo del m�ximo potencial sensorio-motriz, se explora as� el repertorio de los procesos de resoluci�n de problemas existente, sobre la base del desarrollo actual y las formas a trav�s de las cuales el cambio puede lograrse.
3.- En el caso de caminar, las familias, al potenciar que los ni�os o las ni�as caminen de forma independiente, var�an las acciones f�sicas educativas con distintos niveles de dificultad, en los encuentros grupales, crean las condiciones para caminar diferentes distancias con apoyos, con ayudas y de manera independiente, as� aprender�n no solo de su experiencia, sino tambi�n de otros ni�os o ni�as y sus familias. Durante esta etapa en que comienzan a dar sus primeros pasos, la familia brinda una ayuda expl�cita, animan a caminar, primero agarrado a la barra con una mano y al adulto con la otra, despu�s s�lo agarrado con una mano a la barra y, por �ltimo, se les invita a dar alg�n paso sin apoyo. Los ejecutores orientar�n a las familias para ofrecer la ayuda necesaria en cada momento, cuando se encuentra de pie, coloca al ni�o o la ni�a en la misma posici�n, de forma que apoye su espalda en las piernas del adulto.
La relaci�n dial�ctica entre la orientaci�n que se ofrece a las familias y lo que el ejecutor realiza en la pr�ctica, favorece una educaci�n desarrolladora en el primer a�o de vida del ni�o o de la ni�a. La relaci�n entre los dos subsistemas es de complementariedad y el car�cter sist�mico que se le concede; no es lineal, sino de interdependencia; se presupone bajo determinadas condiciones y por momentos.
El subsistema de diagn�stico y evaluaci�n, tiene como funci�n diagnosticar el desarrollo sensorio-motriz mediante los indicadores propuestos e instrumentar de manera pr�ctica, mediante niveles de ayuda a la familia, para estimular el desarrollo potencial sensorio-motriz del ni�o o la ni�a. El objetivo del diagn�stico es identificar el nivel de desarrollo sensorio-motriz del ni�o o la ni�a, ante el est�mulo de la familia a trav�s de un proceso de mediaci�n, durante la atenci�n individual o grupal en el hogar u otros espacios comunitarios. Se asume como elemento prioritario en el diagn�stico del desarrollo pr�ximo, lo planteado por Moll (1989):
- Establecer un nivel de dificultad: este nivel, que se asume como el nivel pr�ximo, debe ser un poco desafiante para los ni�os y las ni�as, pero no demasiado dif�cil.
- Ofrecer ayuda en la ejecuci�n: las familias estimulan a los ni�os y las ni�as a realizar la habilidad motriz.
- Evaluar la ejecuci�n independiente: el m�s l�gico resultado de la zona de desarrollo pr�ximo es que el ni�o o la ni�a ejecute los movimientos de forma independiente.
Durante esta investigaci�n, el diagn�stico sensorio-motriz a los ni�os y las ni�as en el primer a�o de vida vincula los contenidos de las acciones f�sicas educativas con el desarrollo sensorial y motriz durante la atenci�n individual y grupal en muy estrecha relaci�n, se potencia el diagn�stico del desarrollo actual, que permite ampliar la zona de desarrollo pr�ximo hasta lograr el m�ximo desarrollo potencial posible en cada ni�o o ni�a y permite la orientaci�n a la familia mediante niveles de ayuda en el momento de la estimulaci�n del ni�o o la ni�a.
De esta manera, los ejecutores y las familias conocen los niveles de ayuda, la cantidad y los tipos de est�mulos necesarios para alcanzar las tareas propuestas, por tanto, se percibe como una oportunidad f�sico educativa para dise�ar y aplicar este modelo educativo desde un diagn�stico dirigido al desarrollo sensorio-motriz.
Los niveles de ayuda delimitados fueron: el Agarre, con un primer nivel, donde se ubican a los ni�os o ni�as sobre una manta en el piso, la familia los incita a que agarren objetos con una o ambas manos, mientras adoptan diferentes posiciones del cuerpo y lugares en el espacio, como por ejemplo, los brazos al frente, abajo, flexi�n al pecho, simult�neo y alterno. Para el Segundo nivel de ayuda, las familias sostienen al ni�o o la ni�a con las manos y explican como realizar el agarre, mientras les facilita los objetos aumentan la distancia entre este y el ni�o o la ni�a. En el tercero, sostienen al ni�o o la ni�a con las manos, mientras les demuestran como realizar el agarre, luego les facilitan objetos de diferentes formas, tama�os y peso para que con una mano o con ambas, y adoptando diferentes posiciones del cuerpo y lugares en el espacio, realicen el agarre.
En el primer nivel de ayuda del gateo, se ubica a ni�os y ni�as en posici�n de gateo, al lado de la familia, sentada con las piernas extendidas para incitarlos a que se desplacen por encima de sus piernas, que se pueden colocar unidas o separadas. En el segundo nivel, se ubican a los ni�os y las ni�as en posici�n de gateo tambi�n, las familias en la misma situaci�n, pero esta vez para incitarlos a que se desplacen por encima de sus piernas, pero s�lo con el apoyo de las manos y pies (cuadrupedia). En el caso del tercer nivel, se realiza una elaboraci�n conjunta de la habilidad, las familias estimulan a ni�os y ni�as para que entren y salgan de una caja de cart�n que tenga las condiciones id�neas, se colocan objetos que inciten a realizar el movimiento a diferentes distancias y lugares.
En el primer nivel de ayuda para caminar, la familia incita a los ni�os y a las ni�as a desplazarse de forma lateral agarrados con las dos manos a un lugar determinado, que puede ser el corral, la cama o el sof�, este movimiento se realiza hacia la derecha y a la izquierda. En el segundo nivel de ayuda, las familias se colocan delante de los ni�os o las ni�as y con sus manitas tomadas, les explican y estimulan a que se desplacen, (primero se realizar� este ejercicio con ambas manos y posteriormente con una). En el tercer nivel de ayuda, la familia se coloca delante del ni�o o la ni�a y les demuestra el movimiento, luego con las manos tomadas, lo estimulan para que se desplace de forma independiente.
El modelo educativo la orientaci�n a la familia tiene car�cter de sistema. Aporta a cada etapa del desarrollo sensorio-motriz por la que transita el ni�o o la ni�a durante el primer a�o de vida, en correspondencia con las influencias que recibe de la familia para garantizar su m�ximo desarrollo potencial, adem�s ofrece desde una visi�n integral y acertada c�mo potenciar el desarrollo sensorio-motriz del ni�o o la ni�a atendiendo a las particularidades de la edad y se aprovechan las potencialidades de los componentes: familia, comunidad y ejecutor sensorio-motriz.
En el caso del componente ejecutor sensorio-motriz se instrumentan las acciones f�sicas educativas en el modelo, que desempe�an un papel fundamental en la planificaci�n, organizaci�n, ejecuci�n y control de las influencias que garantizan el m�ximo desarrollo potencial sensorio-motriz en los ni�os y las ni�as. Las familias est�n asociadas al componente anterior y son las responsables de realizar la estimulaci�n, que se realiza en condiciones de vida familiar, a la vez que garantizan el desarrollo sensorio-motriz desde lo individual y desarrollador en cada ni�o y ni�a.
La comunidad tambi�n est� asociada a los componentes anteriores, es el espacio educativo de excelencia para que la familia y los ejecutores implementen las acciones f�sicas educativas en funci�n del desarrollo potencial sensorio-motriz. El aspecto integral est� dado en la orientaci�n educativa a la familia, a partir del diagn�stico sensorio-motriz mediante acciones f�sicas educativas que se dise�an y realizan, con la participaci�n de los promotores y los ejecutores, y especialmente con las potencialidades de las familias y comunidades para que el ni�o se desarrolle.
El modelo
educativo, fue valorado a partir del criterio de expertos para considerar su
viabilidad, factibilidad e importancia. Los contenidos propuestos para la
validaci�n y su constataci�n fueron: la coherencia te�rica de los principios,
premisas e indicadores del diagn�stico sensorio-motriz, la estructura del
modelo educativo, las indicaciones para la implementaci�n, las categor�as y
definiciones, la factibilidad del modelo y la estrategia educativa. Los cincos
aspectos valorados, posteriormente a la consulta y a el procesamiento en la
primera ronda, fueron evaluados con categor�a �muy adecuado� (MA), la
coherencia te�rica de los principios, las premisas e indicadores, la estructura
del modelo educativo y las indicaciones para la implementaci�n, mientras que
con la categor�a de bastante adecuado (BA), se encuentran los aspectos
categor�as y definiciones, factibilidad y funcionabilidad del modelo educativo.
�Las principales sugerencias en la primera ronda de predicci�n fueron las siguientes: delimitar los contenidos de la definici�n de selecci�n inicial con relaci�n al v�nculo entre lo sensorial y motriz en el primer a�o de vida. Se realizaron las adecuaciones de los contenidos, a partir de los criterios predictivos de los expertos y se procedi� a la segunda ronda, donde los contenidos replanteados seg�n las sugerencias, alcanzaron la categor�a de �Muy adecuado� (MA), extensivo a los cincos aspectos planteados para la consulta predictiva.
Se realiz� un
estudio de las respuestas de los expertos, que respald� las decisiones para
perfeccionar y/o remodelar la estrategia antes de introducirla en la pr�ctica.
Los aspectos que mayor apoyo recibieron fueron el alto valor que se concede al
diagn�stico sensorio-motriz de los ni�os y las ni�as en el primer a�o de vida.
Destacaron tambi�n la importancia del modelo educativo, los subsistemas
cognitivo-afectivo, ejecutor-pr�ctico, de diagn�stico y de evaluaci�n, a partir
de las acciones f�sicas y educativas en el proceso de desarrollo
sensorio-motriz.
En s�ntesis, los
expertos coincidieron en que la factibilidad de los argumentos que sustentan el
modelo y la estrategia educativa, contribuyen a suplir carencias desde la teor�a
en la orientaci�n a las familias para el desarrollo sensorio-motriz, lo que
demostr� su eficacia. Para la concreci�n en la pr�ctica del modelo educativo,
se elabor� una estrategia educativa, se consider�
el factor esencial a transformar: el proceso de orientaci�n educativa a la familia.�
La estrategia educativa
Esta posee los siguientes componentes: objetivos, momentos, acciones, formas de implementaci�n, formas de evaluaci�n y una caracterizaci�n del objeto de estudio. La determinaci�n del objetivo general condujo a la planeaci�n estrat�gica en la que se definieron�� metas y objetivos a corto, mediano y largo plazo. Las metas se centraron en la orientaci�n a la familia para estimular el desarrollo sensorio-motriz a partir de indicadores del diagn�stico, el m�ximo desarrollo potencial sensorio-motriz a alcanzar en el primer a�o de vida, desde niveles de ayuda a las familias, teniendo en cuenta la individualidad de cada ni�o o ni�a y el v�nculo de las necesidades del desarrollo sensorio-motriz de los ni�os y las ni�as en el primer a�o de vida con las acciones f�sicas educativas que se desarrollan.
Los objetivos espec�ficos de la estrategia educativa son reestructurar la orientaci�n a la familia para estimular el desarrollo sensorio-motriz y ejercer una adecuada funci�n educativa. Redimensionar formas de trabajo para estimular el m�ximo desarrollo sensorio-motriz, de manera que permitan el protagonismo de las familias; elaborar recomendaciones educativas de orientaci�n a la familia para el diagn�stico del desarrollo sensorio-motriz en el primer a�o de vida. De otra parte, entre los rasgos generales que tipifican la estrategia est�n, el hecho de ser Sist�mica: que concibe un proceso organizado por acciones direccionadas hacia determinados objetivos. Es din�mica, porque las acciones f�sicas educativas requieren del papel activo de las familias en los espacios educativos donde conviven, aunque es susceptible a cambios.
Tambi�n es factible, pues puede ser aplicada en las condiciones de las transformaciones actuales de la Educaci�n en la Primera Infancia, es participativa, porque la familia participa en la organizaci�n, planificaci�n y tratamiento del tema y es contextualizada, porque se desarrolla desde los propios espacios educativos donde conviven los ni�os y sus familias. Entre los indicadores para el diagn�stico de la zona de desarrollo actual sensorio-motriz encontramos las respuestas del ni�o o la ni�a para asimilar, interiorizar y personalizar el est�mulo del adulto, la cantidad y los tipos de est�mulos necesarios para responder al estimulo la necesidad de ayuda durante el momento de la estimulaci�n.
La instrumentaci�n de la estrategia educativa incluy� cuatro etapas: una primera de diagn�stico de la orientaci�n educativa a la familia para estimular el desarrollo potencial sensorio-motriz, otra de familiarizaci�n-sensibilizaci�n, una tercera de planeaci�n, organizaci�n y ejecuci�n de la estrategia educativa para la orientaci�n educativa a la familia y una cuarta de control y evaluaci�n de los resultados.
Las tareas propuestas fueron: el an�lisis del censo y caracterizaci�n de la poblaci�n infantil, que se debe desarrollar por los integrantes del Grupo Coordinador del Consejo Popular. La segunda tarea fue Identificar las necesidades y potencialidades de cada familia y la tercera una caracterizaci�n de la orientaci�n que reciben las familias.� Durante la segunda etapa, de familiarizaci�n-sensibilizaci�n, que tiene como objetivo promover el inter�s y la participaci�n de las familias, su primera tarea, se dedic� a la sensibilizar y socializar la necesidad del v�nculo de la familia con el Programa �Educa a tu Hijo�; su segunda tarea, dedicada a la reflexi�n, el aporte y al registro de sugerencias sobre las acciones permanentes de la estrategia educativa y las posibles alternativas que la contextualicen y enriquezcan. En la tercera etapa, dedicada a la preparaci�n del personal seleccionado para el desarrollo de la estrategia de orientaci�n a la familia, su organizaci�n y la ejecuci�n de la misma.
Su materializaci�n se logra a trav�s de tareas como: la selecci�n de variantes que complementen las acciones propuestas, para propiciar la modificaci�n de los resultados del diagn�stico. Esta tarea se desarrolla por los miembros del Grupo Coordinador del Consejo Popular, a partir del an�lisis de reflexiones y sugerencias registradas en la tarea anterior. Luego se planifica el sistema de acciones, para posteriormente ejecutarlas. Su objetivo es aplicar el sistema de acciones f�sicas educativas dise�adas, para promover el cambio previsto en la orientaci�n a la familia para lograr el desarrollo sensorio-motriz.
Durante la tercera etapa, dedicada al control y la evaluaci�n de las acciones f�sicas educativas de orientaci�n a la familia, el objetivo es valorar el proceso de implementaci�n de la estrategia educativa y los resultados obtenidos, para constatar su validez en la obtenci�n del fin de la estrategia. Las tareas de esta etapa son: la evaluaci�n de la preparaci�n de la familia para estimular el m�ximo desarrollo sensorio-motriz a partir del diagn�stico, la evaluaci�n del desempe�o profesional y humano de los ejecutores implicados, para constatar la validaci�n de la estrategia educativa.
Para evaluar se tienen en cuenta los indicadores: Resultados, que es lo que se esperaba y lo que se logr�. Efectos, que es lo que signific� para la familia la estrategia educativa y consecuentemente lo que aprendieron. Impacto, que es lo que se mide, la repercusi�n social de las acciones f�sicas educativas propuestas. Se proponen como acciones: el an�lisis de los elementos positivos y negativos en la aplicaci�n de las acciones f�sicas educativas. Evaluar la preparaci�n alcanzada por las familias y los ejecutores para diagnosticar la zona de desarrollo potencial en el primer a�o de vida. Valorar los resultados finales obtenidos y el impacto causado en las familias, los ni�os y las ni�as.
Los resultados obtenidos en la investigaci�n realizada, posibilitaron la concreci�n de las v�as para perfeccionar la orientaci�n a la familia, atendiendo al diagn�stico de la zona de desarrollo sensorio-motriz en cada ni�o o ni�a, los niveles de ayuda a las familias en funci�n de las individualidades sensorio motrices y la atenci�n a la diversidad para el desarrollo sensorio-motriz desde en espacios educativos donde conviven las familias, los ni�os y las ni�as. Se utiliz� el pre-experimento para evaluar la introducci�n de la estrategia educativa en el proceso del desarrollo sensorio-motriz, a partir de los criterios de Col�s (1994) y Gamboa (2018; 2022).
El proceso se concibi� en tres sedes del Programa �Educa a tu Hijo� en el municipio Puerto padre. El criterio de selecci�n de la muestra se sustenta en aspectos como: son profesores que poseen experiencia en el proceso de desarrollo sensorio-motriz en el primer a�o de vida, est�n vinculados en la pr�ctica en los grupos coordinadores en la comunidad, poseen dominio del proceso de desarrollo infantil y del v�nculo sensorio-motriz.
Se evaluaron los indicadores de cambio: la orientaci�n a la familia para el desarrollo sensorio-motriz a partir del desarrollo actual y potencial, criterio de selecci�n de los est�mulos sensorios motrices para el desarrollo sensorio-motriz, la orientaci�n a la familia mediante acciones f�sicas educativas para lograr el m�ximo desarrollo potencial sensorio-motriz.
Los m�todos de investigaci�n que se aplicaron fueron la entrevista: a ejecutores, con el objetivo de conocer acerca del desarrollo sensorio-motriz, el dominio de indicadores para el diagn�stico del desarrollo sensorio-motriz, los niveles de ayuda en correspondencia con el desarrollo actual y posterior. La observaci�n participante, para conocer las actividades desarrolladas con las familias, sobre las tareas dirigidas a propiciar que se conozcan a s� mismos, a los dem�s y a su medio, que puedan tomar decisiones y estimular los movimientos y c�mo orientan las acciones para que la familia aprenda formas, m�todos y t�cnicas para estimular el desarrollo sensorio-motriz del ni�o y la ni�a.
La encuesta a integrantes del grupo coordinador y a las promotoras, para conocer el dominio que tienen acerca del desarrollo sensorio-motriz en el primer a�o de vida, sobre el conocimiento sobre la relaci�n que existe entre el desarrollo sensorial y el motriz y sobre el dominio de los indicadores para el diagn�stico sensorio-motriz.
Resultados de los instrumentos utilizados en el pre-experimento para implementar la estrategia educativa
En los resultados de la entrevista, el indicador uno reflej� que, de los 15 ejecutores entrevistados, 10 de ellos consideran que es insuficiente su preparaci�n para estimular el desarrollo sensorio-motriz, que no siempre se favorece el intercambio de saberes, debiendo buscar nuevas acciones encaminadas a la atenci�n a la diversidad desde lo individual, para un 66,7 %. En el indicador dos, 11 ejecutores consideran que les falta motivaci�n y seguimiento para cumplir con las indicaciones de los ejecutores, que no siempre se sienten preparados para lograr el desarrollo sensorio-motriz, para un 73,4 %.� En el indicador tres, 13 de los ejecutores admitieron que en la orientaci�n a la familia predominan orientaciones de car�cter general, y est�n relacionados con el dominio de los logros por etapas de vida, sin embargo, no profundizan ni abordan con suficiente claridad y objetividad el uso de un sistema de ayudas, para un 86,7 %.
Con respecto a la gu�a de observaci�n participante utilizada durante las actividades desarrolladas con las 15 familias en 11 encuentros de preparaci�n, en el indicador uno, la orientaron educativa no promovi� acciones para conocer sus potencialidades y desventajas, limit�ndose a actividades repetitivas y tradicionales, un 73,4 %, se ubic� en la escala baja. En el indicador dos, un 86,7 % se ubic� en la escala baja, en 13 de las actividades predomin� la pasividad, no se orientaron con profundidad ni de forma objetiva o con precisi�n los niveles de ayuda necesarios, teniendo en cuenta las potencialidades sensorio motrices.
Los resultados del indicador tres, en 11 de las actividades, qued� demostrado que no se aprovecharon las potencialidades que brinda el diagn�stico para que las actividades llevadas a cabo en el hogar, relacionadas con los contenidos que reciben durante la orientaci�n pudieran desarrollar capacidades sensorio motrices, para un 73 %. Por su parte en la encuesta, en el indicador uno, ocho de las diez promotoras, poseen un dominio insuficiente de las acciones para el desarrollo sensorio-motriz, para un 80 %. Diez de las promotoras, siete en el indicador dos, no poseen suficientes argumentos sobre el v�nculo sensorio-motriz, para un 70 %, En el indicador tres, ocho de las promotoras manifiestan poco dominio de las formas de orientar a las familias para el uso de indicadores del diagn�stico sensorio-motriz, para un 80 %.
El an�lisis del diagn�stico ofreci� los elementos esenciales del estado actual de la orientaci�n educativa a las familias, lo que permiti� experimentar y socializar los resultados. Como limitaciones se identificaron carencia de estrategias para la lograr una participaci�n activa por parte de las familias para estimular el desarrollo sensorio-motriz en ni�os y ni�as de la infancia temprana. El enunciado del problema consisti� en la elaboraci�n de un problema, para presentar y analizar los resultados del diagn�stico, sensibilizar y comprometer a los actores para su soluci�n. La planificaci�n de un proyecto que tuvo en cuenta la v�a de soluci�n del problema y se precisaron los indicadores para el diagn�stico del desarrollo sensorio-motriz en ni�os y ni�os de la primera infancia. La realizaci�n de un proyecto, en el que se aplicaron las acciones f�sicas educativas previstas en la estrategia educativa, que concibi� el uso de los indicadores para el diagn�stico. La presentaci�n y an�lisis de los resultados de los aspectos logrados y los criterios acerca de las acciones educativas para el desarrollo sensorio-motriz. La interpretaci�n, las conclusiones y la toma de decisiones. Tuvieron lugar el an�lisis y evaluaci�n de los resultados de la ejecuci�n, a partir de instrumentos elaborados.
Implementaci�n de la estrategia educativa de orientaci�n a la familia para el desarrollo sensorio-motriz
El primer taller fue una actividad que brind� a las familias las caracter�sticas los contenidos sensorios motrices y los indicadores propuestos. Se expusieron las caracter�sticas del diagn�stico, su importancia y las acciones f�sicas y educativas para el desarrollo sensorio-motriz.� Se organizaron las familias en subgrupos y se les ofreci� el tema objeto de an�lisis, se le ejemplificaron algunas acciones generales. Al finalizar se realiz� un intercambio de saberes sensorios motrices entre las familias y los ejecutores.
Los resultados en once familias que participaron en el intercambio de saberes se evidenci� motivaci�n y protagonismo, el resto se mantuvo atenta durante el debate. Los an�lisis reflexivos, la confecci�n y presentaci�n de acciones f�sicas educativas independientes, el dominio y relaci�n de los subsistemas cognitivo-afectivo, ejecutor-pr�ctico y la evaluaci�n fueron evidentes. Las familias demostraron mediante la ejecuci�n pr�ctica su preparaci�n para el desarrollo sensorio-motriz en ni�os y ni�as.
Durante el segundo taller, se orient� a las familias para conocer la respuesta de los ni�os y las ni�as ante los diferentes est�mulos, y su preparaci�n para estimular al m�ximo el desarrollo sensorio-motriz de ni�os y ni�as. Los resultados mostraron protagonismo ante, durante y despu�s de las acciones realizadas, se evidenci� un dominio del desarrollo sensorio-motriz en ni�os y ni�as. Se sugiri� la socializaci�n de los conocimientos durante charlas y videos en la comunidad, as� como diagnosticar la zona de desarrollo actual, mediante acciones f�sicas educativas a partir de la individualidad de cada ni�o o ni�a y sus familias.
En el tercer taller, se desarrollaron acciones para diagnosticar el desarrollo actual, mediante los indicadores propuestos, a partir de acciones f�sicas educativas con diferentes grados de complejidad; las familias, los ni�os y las ni�as, fueron participes de las sesiones pr�ctica e intercambiaron experiencias sobre su quehacer para favorecer el desarrollo sensorio-motriz en ni�os y ni�as. Los resultados muestran que la preparaci�n, la calidad y la exposici�n de los temas, permitieron que las familias lograran una visi�n pr�ctica para la selecci�n de acciones f�sicas educativas, acordes con el desarrollo individual de cada ni�o o ni�a durante el primer a�o de vida.
Durante el cuarto taller, las familias reunidas en el Complejo Voluntario Deportivo (CVD), desarrollaron las acciones para brindar la ayuda necesaria a los ni�os y las ni�as en el momento de la actividad, a partir de del diagn�stico del desarrollo sensorio-motriz. Los resultados estuvieron centrados en el dominio de acciones f�sicas educativas por parte de la familia para estimular al m�ximo el desarrollo sensorio-motriz a partir del desarrollo actual de los movimientos que deben dominar en el primer a�o de vida. Se identific� por parte de las familias el alcance de la zona de desarrollo potencial sensorio-motriz en sus ni�os y sus ni�as. Las familias mostraron habilidades para integrar los est�mulos sensoriales y motrices durante el primer a�o de vida.
Para el an�lisis y la discusi�n de los resultados del pre-experimento, se realiz� una triangulaci�n del uso de los diferentes m�todos y t�cnicas aplicados. En el contexto de instrumentaci�n, sus resultados evidentes fueron: una eficiente orientaci�n educativa a la familia para el desarrollo sensorio-motriz de ni�os y ni�as, el correcto uso de los indicadores del diagn�stico para valorar el nivel desarrollo sensorio-motriz y las acciones f�sicas educativas desarrolladas en el primer a�o de vida. Altos niveles de ayuda a los ni�os y las ni�as durante el desarrollo sensorio-motriz.
La triangulaci�n de datos obtenidos refleja en el indicador uno, orientaci�n a la familia para el desarrollo sensorio-motriz, que 18 ejecutores se ubicaron dentro de la categor�a de muy adecuado, para un 90 %, y los restantes dos en la categor�a de adecuado, esta se considera una buena preparaci�n para la orientaci�n a la familia. En el indicador dos, referido al uso de los indicadores del diagn�stico, 17 ejecutores se ubicaron en la categor�a de muy adecuado, para un 85 %, dos de ellos se ubican en bastante adecuado, para un 10 % y uno en la categor�a de adecuado para un 5 %. En el indicador tres, referido a los niveles de ayuda a los ni�os y las ni�as durante el desarrollo sensorio-motriz, 18 ejecutores se ubican en la categor�a de muy adecuado, para un 90% y dos de ellos como bastante adecuado para un 10 %.
Los principales impactos de la estrategia educativa se centran en una mejor orientaci�n a la familia para el desarrollo sensorio-motriz de ni�os y ni�as en el primer a�o de vida, un mayor dominio de contenidos te�ricos y pr�cticos sobre el diagn�stico sensorio-motriz en la misma etapa de vida, conocimientos sobre la planificaci�n y el desarrollo de acciones f�sicas educativas a partir de las individualidades de cada ni�o o ni�a en el primer a�o de vida, se mejoraron los indicadores del desarrollo sensorio-motriz en esta etapa de vida, as� como la relaci�n distancia, ancho y altura en cada uno de los movimientos, se reconoce el uso acertado de los indicadores del diagn�stico por parte de las familias, lo que permite un mayor alcance del desarrollo potencial sensorio-motriz en el primer a�o de vida.
Conclusiones
El an�lisis te�rico demostr� que las acciones f�sicas educativas dise�adas y modeladas para el desarrollo sensorio-motriz se sustentan en los subsistemas cognitivo-afectivo, ejecutor pr�ctico y evaluaci�n.
La orientaci�n educativa a la familia para el desarrollo sensorio-motriz, a partir de su diagn�stico, fue modelado como soluci�n a la contradicci�n y constituye un aporte a la teor�a, al establecer en esta relaciones que permiten estimular el movimiento en infantes durante el primer a�o de vida.
Mediante la valoraci�n del criterio de expertos, de talleres de opini�n cr�tica y de la triangulaci�n se revelaron la factibilidad del modelo y la estrategia educativa dise�adas, a partir de identificar el alcance de la zona de desarrollo potencial, en los componentes ejecutor, sensorio-motriz, comunidad y familia.
En la implementaci�n pr�ctica qued� demostrado que las familias evidencian avances significativos para el desarrollo sensorio-motriz de los ni�os y las ni�as en el primer a�o de vida, lo que permite considerar como valida la soluci�n planteada a la contradicci�n fundamental, lo que tambi�n se considera fiables para su generalizaci�n en todo el proceso.
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[1] Licenciado en Cultura F�sica. M�ster en Ciencias de la Educaci�n y en Actividad F�sica Comunitaria, Metod�logo de Educaci�n F�sica. Direcci�n Municipal de Deportes Puerto Padre, Las Tunas, Cuba. E-mail: cespedezsanchezjoseluis@gmail.com ORCID: https://orcid.org/0000-0001-7308-8507
[2]
Licenciada en Psicolog�a-Pedagog�a. Doctora en Ciencias Pedag�gicas. Profesora
Titular en Universidad de Las Tunas, Cuba. E-mail: elviraa@ult.edu.cu ORCID: https://orcid.org/0000-0002-1404-3816
[3] Licenciada en Educaci�n, especialidad Ingl�s. M�ster
en Desarrollo Social. Doctora en Ciencias de la Educaci�n. Profesora Auxiliar
del Centro de Estudios Pedag�gicos Universidad de Las Tunas. E-mail: cariemay@ult.edu.cu ORCID: https://orcid.org/0000-0002-4414-0772