Potencialidades del psicopedagogo en el sistema de salud cubano

Potentialities of the psychopedagogist in the Cuban health system

Leisis Josefa Hernández Botello[1]

Michel Enrique Gamboa Graus[2]

Greccy Castro Miranda[3]

Resumen

La orientación y asesoría forman parte de las funciones del psicopedagogo en su formación y desempeño profesional por lo que la presente investigación las aborda a partir de su extensión al sistema de salud cubano, específicamente la atención secundaria (hospitales). Forma parte del proyecto de la Universidad de Las Tunas “Orientación y asesoría psicopedagógicas en contextos educativos, laborales, sociales y clínicos para el desarrollo socioeducativo cubano”. Para ello se parte del análisis teórico de referentes que justifican la amplitud del servicio psicopedagógico en establecimientos de salud. Se intenta demostrar la necesidad del trabajo del psicopedagogo en las instituciones de salud en Cuba, a favor de la orientación y asesoría a profesionales del sector, directivos, trabajadores, pacientes y familiares, mediante un estudio en el que se emplearon métodos de investigación como el cuestionario y la entrevista. Los principales resultados evidencian que no todos los sujetos seleccionados en la investigación conocen sobre las potencialidades del psicopedagogo en el sistema de salud cubano.

Palabras clave: orientación, asesoría, psicopedagogo, sistema de salud

Abstract

Guidance and counseling are part of the psychoeducational psychologist's functions in his training and professional performance, so the present research approaches them from their extension to the Cuban health system, specifically secondary care (hospitals). It is part of the project of the University of Las Tunas "Psychopedagogical guidance and counseling in educational, labor, social and clinical contexts for Cuban socio-educational development". It is based on the theoretical analysis of referents that justify the scope of the psycho-pedagogical service in health establishments. An attempt is made to demonstrate the need of the psychopedagogist's work in health institutions in Cuba, in favor of guidance and counseling to professionals of the sector, managers, workers, patients and relatives, by means of a study in which research methods such as questionnaire and interview were used. The main results show that not all the subjects selected in the research know about the potential of the psychopedagogist in the Cuban health system.

Keywords: guidance, counseling, psychopedagogist, health system

Introducción

Es incuestionable la utilidad que representa para los estudiantes y profesionales de la licenciatura Pedagogía – Psicología lograr buenas prácticas de orientación y asesoría psicopedagógicas de desempeño en contextos clínicos. Con esto se favorece la formación y superación de los profesionales, cuadros de dirección y del personal en general de atención secundaria de salud (ASS). Al respecto, no existen cargos o plazas de psicopedagogo a nivel municipal ni provincial en los centros de atención secundaria en el municipio Las Tunas, ni en la provincia del mismo nombre, sí en centros de atención psicopedagógica.

La Educación Superior en Cuba, según establecen los diferentes documentos normativos del Partido Comunista de Cuba, los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, los objetivos de trabajo del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030: Propuesta de Visión de la Nación, Ejes y Sectores Estratégicos, tiene entre sus encargos sociales:

continuar avanzando en la elevación de la calidad y el rigor del proceso docente-educativo, así como en el fortalecimiento del papel del profesor (...), jerarquizar la superación permanente, (...) y el perfeccionamiento del papel de la familia en la educación de los niños, adolescentes y jóvenes. (Partido Comunista de Cuba, 2017, p. 22)

En la concreción de este encargo, tiene un lugar esencial la Psicopedagogía y los especialistas en Pedagogía-Psicología que se forman en la universidad, principalmente por su función de orientar y asesorar a estudiantes, docentes, directivos, familiares, agentes y agencias en diferentes contextos (educativos, laborales, sociales e incluso, clínicos) a favor de la formación integral de las actuales y futuras generaciones de cubanos, continuadores de la obra revolucionaria. Ferraz (2021)

Existen experiencias en Hispano América que avalan la importancia del Licenciado en Pedagogía-Psicología y su desempeño en el sistema de atención secundaria de salud entre los que podemos señalar: Caballero (2015), Malaspina y Molina (2019), entre otros, que abordan el tema desde una perspectiva inclusiva, interdisciplinar y de competencias de este profesional y con resultados relevantes.

Se impone la profundización en las competencias básicas y específicas que requieren los Licenciados en Educación especialidad Pedagogía-Psicología para orientar y asesorar; psicopedagógicamente, a estudiantes, directivos, familiares y organismos u organizaciones sociales, políticas y de masas e instituciones que participan o rectoran procesos educativos, desde un enfoque complejo, multifactorial, interdisciplinario e integral acorde con los planes y currículos de formación inicial de profesionales de la región y del mundo que potencien su inserción en diferentes contextos y garanticen una mayor movilidad académica e internacionalización de la carrera. Por lo que nos proponemos en el trabajo fundamentar las potencialidades del psicopedagogo en el sistema de atención secundaria de salud cubano.

Desarrollo

Competencias en la formación inicial del licenciado en Pedagogía - Psicología

La formación de profesionales competentes y comprometidos con el desarrollo social constituye hoy día una misión esencial de la Educación Superior Contemporánea, (UNESCO, 1998). Cada día la sociedad demanda con más fuerza la formación de profesionales capaces no sólo de resolver con eficiencia los problemas de la práctica profesional, sino también, de lograr un desempeño profesional ético, responsable.

La aspiración de la formación profesional del Licenciado en Educación. Pedagogía-Psicología se define en el Modelo del Profesional, precisándose como objeto de la profesión la dirección del proceso pedagógico. El objeto de trabajo la dirección del proceso educativo y de enseñanza aprendizaje de las asignaturas pedagógicas y psicológicas en la formación de educadores, la asesoría psicopedagógica a directivos y profesores, la investigación educativa en los contextos donde desarrolla la labor de orientación educativa a estudiantes, familias y la comunidad.

El modo de actuación profesional se expresa en la dirección del proceso educativo y de enseñanza-aprendizaje de las asignaturas pedagógicas y psicológicas en la formación de educadores, la asesoría a directivos y profesores, investigación educativa en los contextos en que se desarrolla.

 El campo de acción la dirección del proceso educativo y de enseñanza-aprendizaje de las asignaturas pedagógicas y psicológicas, la asesoría psicopedagógica, la orientación educativa y el trabajo metodológico e investigativo. Las esferas de actuación abarcan los subsistemas del sistema nacional de educación, incluidas modalidades no institucionales y centros de investigación relacionados con su objeto de trabajo en correspondencia con necesidades y demandas del territorio. Se determinan las funciones profesionales: docente metodológica, asesoría psicopedagógica, la orientación educativa y la investigación-superación (Ministerio de Educación Superior, 2016).

La malla curricular, aunque no centrada, explícitamente en la formación por competencias profesionales, propicia la preparación psicopedagógica general que necesita el licenciado en Educación. Pedagogía-Psicología en su formación inicial, la cual contempla determinadas disciplinas y asignaturas de formación general, de la profesión en lo particular y las de formación psicopedagógica, que son del objeto de la profesión.

Los principales retos sociales y educativos que depara el nuevo milenio han permitido generar un discurso teórico en torno al concepto de competencia. Siguiendo los principios marcados por Delors (1996), este nuevo discurso debe ir más allá del “saber”. En otras palabras, considerar, que además del aprendizaje de saberes o de contenidos disciplinares, existen otros aprendizajes estrechamente ligados al saber hacer; al sentir y al ser.

Estas y otras reflexiones fundamentadas en la educación del siglo XXI, han permitido la proliferación de numerosos documentos relativos a las competencias que deben adquirir tanto los futuros ciudadanos como los profesionales encargados de formarlos. Los autores del presente trabajo se adscriben a la concepción de competencia profesional desde una perspectiva psicológica, como “configuración psicológica compleja que integra en su estructura y funcionamiento formaciones motivacionales, cognitivas y recursos personológicos que se manifiestan en la calidad de la actuación profesional del sujeto, y que garantizan un desempeño profesional responsable y eficiente” (González, 2002, p.48). Así, se reconoce que la competencia es una categoría que integra de forma compleja determinados componentes psicológicos y personológicos de los individuos, autorregulando el desempeño real y eficiente en una esfera especifica de actividad, expresado en una unidad de lo cognitivo, lo afectivo y lo conductual, que promueven un desempeño acorde a las exigencias de un contexto social determinado.

Refiriéndose a las competencias docentes Pla (2005) plantea que estas constituyen configuraciones de la personalidad del profesional de la educación que lo hacen idóneo para el desarrollo de la actividad pedagógica. Constituyen el contenido principal de su modo de actuación y se manifiestan en el desempeño de sus funciones. Son constructos que permiten estudiar, proyectar, revelar, evaluar de manera integrada un conjunto de conocimientos, habilidades y hábitos, capacidades pedagógicas, habilidades profesionales, intereses, motivaciones, valores, normas, estilos, orientaciones y cualidades de la personalidad del docente en relación con el desarrollo de funciones específicas.

El contenido de las competencias incluye componentes conceptuales, procedimentales, motivacionales y actitudinales, que en una interacción dinámica la configuran. Significa que el resultado va a estar expresado en las cualidades concretas del egresado, no como resultado de un proceso pedagógico tradicional, sino caracterizado por el desarrollo integrado de las dimensiones del proceso de formación del profesional, en el que la búsqueda, la indagación y el uso de métodos científicos, favorezca la solución de problemas y tareas.

Estas perspectivas han sido sistematizadas por autores para el trabajo en el territorio tunero. Entre ellos se destacan Gamboa y Parra (2017; 2019), Gamboa, Castillo y Parra (2019; 2020; 2021), Parra, Gamboa y González (2019), Parra, Gamboa, Miguel, Santiesteban y González (2019), Pérez, Gamboa y Barly (2020), Pérez, Barly y Gamboa (2021), Expósito y Gamboa (2021), Reynosa, Miguel y Gamboa (2021), Reynosa, Quintero y Gamboa (2021), Reynosa y Gamboa (2021).

A partir del análisis expuesto, se comenzó a considerar inminente la inserción de nuestros profesionales al nivel de atención en instituciones de salud secundaria (Hospital). Para ello fue necesario definir por un lado ¿Cuál es el tipo de formación profesional que el psicopedagogo requiere para trabajar en salud? Y por otro lado ¿Cuáles son las competencias del psicopedagogo que permitan su desempeño en el sistema de atención secundaria de salud cubano?

La formación psicopedagógica del Licenciado en Educación. Pedagogía-Psicología se caracteriza, a diferencia de otras carreras pedagógicas, por el carácter abierto, dinámico y multicontextual que se expresa en los componentes de la formación académica, laboral e investigativa, atendiendo a sus esferas de actuación en variados contextos educativos. La práctica laboral investigativa se realiza en diferentes instituciones educativas, lo que propicia el amplio diapasón pedagógico de concertación de experiencias y criterios, la confrontación de la teoría con las experiencias prácticas y la reconstrucción de experiencias y conocimientos, situación que se aprecia también en la diversidad de problemas que se abordan en la actividad investigativa del Licenciado en Educación. Pedagogía-Psicología, tanto en los trabajos extracurriculares, de curso y de diploma, que comprenden problemáticas de diferente naturaleza psicopedagógica, atendiendo a los contextos educativos de donde provienen. 

Asignaturas como la Psicología General, Psicología de la Personalidad, Psicología de Grupos, Psicología del Aprendizaje, Psicología del Desarrollo, Historia de la Psicología, Metodología de la Investigación Educativa, Psicopatología, Orientación Educativa; la que se acompaña de las asignaturas Orientación Profesional, Familiar, Comunitaria, de la Sexualidad, Comunicación Educativa, entre otras, que complementadas con cursos propios y optativos/electivos con temas profesionales como: Trabajo de orientación psicopedagógica, habilidades para la asesoría, tratamiento psicopedagógico, vida cotidiana, habilidades para la vida, estrategias de aprendizaje, gestión educativa para la violencia, psicoterapia grupal, estrategias pedagógicas para la mediación educativa en conflictos escolares, aportan por su contenido profesional al objeto de la profesión.

Como puede apreciarse, desde la concepción del modelo se le confiere especial importancia a la integración de saberes en la formación integral del profesional de la educación, de la especialidad Pedagogía-Psicología, para atender las nuevas necesidades personales y sociales, y saber enfrentar y promover iniciativas ante las nuevas contradicciones.

Sin embargo, a pesar de esta gama de conocimientos, habilidades, los componentes psicológicos y personológicos de los psicopedagogos, la autorregulación en el desempeño real y eficiente en una determinada actividad, expresado en una unidad de lo cognitivo, lo afectivo y lo conductual, que promueven un desempeño acorde a las exigencias de un contexto social determinado aún no posibilita la inserción del psicopedagogo en las instituciones de atención secundaria de salud en Cuba

El licenciado en Educación de la carrera Pedagogía-Psicología se debe caracterizar por su:

-       Compromiso moral con los principios de la Revolución.

-       Ejemplo personal desde el cumplimiento de la ética en su actuación profesional.

-       Discreción y honestidad científica con la información obtenida por diversas fuentes y/o por la aplicación, procesamiento y discusión de los resultados para la toma de decisiones.

-       Identidad profesional, basada en el amor a la profesión, la sensibilidad ante los conflictos sociales y personales y la motivación por la transformación permanente de la realidad educativa.

-       Autoridad profesional expresada en el dominio de sus funciones y tareas profesionales con independencia y creatividad.

-       Responsabilidad y laboriosidad, manifestadas en el conocimiento y la asunción de los deberes y exigencias profesionales en el cumplimiento de las tareas sociales e individuales y en la disciplina laboral y social.

-       Actitud crítica y autocrítica acompañada de la flexibilidad y objetividad de sus valoraciones.

-       Justeza expresada en la imparcialidad y honestidad de sus valoraciones y decisiones, así como en la equidad y el respeto hacia los educandos y colegas.

-       Actitud cooperativa expresada en las relaciones interpersonales y de colaboración e integración con otros en el cumplimiento de sus tareas de desempeño.

-       Sentir, comprender y valorar todas sus acciones que les permita buscar y crear significados en todas las manifestaciones de la cultura y propicie el convertirse en una personalidad culta, independiente y creadora.

En relación a la formación del profesional en psicopedagogía en Latinoamérica existen puntos de contacto en cuanto a las características del psicopedagogo para trabajar en salud, Malaspina y Molina (2019) citan a Mario Róvere (1993, p.23), el cual entiende que este debe ser debe ser capaz de en los tiempos actuales de:

-       Flexibles: mantener e incrementar su capacidad de aprendizaje como principal atributo.

-       Críticos y Autocríticos: insatisfechos permanentemente con la calidad, cobertura, accesibilidad y eficacia de los servicios que se brindan.

-       Democráticos: con responsabilidad social por los conocimientos.

-       Cooperativos: capaces de trabajar en equipos interdisciplinarios de liderazgos flexibles y rotativos en función de los problemas enfrentados.

-       Participativos: con vocación de protagonismo y liderazgo para propiciar cambios y al mismo tiempo facilitar procesos macro o micro sociales de participación

Para el logro de este propósito la carrera cuenta con un plan de estudio elaborado con un enfoque interdisciplinar, multifactorial e integral en el que se abordan contenidos a partir de las competencias de este profesional relacionados con su posible desempeño en el sistema de atención secundaria de salud cubano, entre las que podemos citar los relacionados con:

-       La utilización de programas de entrenamiento y asesoramiento directo durante la autopreparación y actividades de preparación especial de directivos y profesorado: la preparación mental, la atención, la automotivación, el autocontrol y la autorelajación.

-       El estado de salud y el desarrollo físico como indicador de salud. Enfermedades más comunes y dificultades morfofuncionales que puedan ocasionar discapacidad de los mismos. El sistema nervioso. La actividad nerviosa superior en niños y adolescentes como base fisiológica.

-       La estructura y el funcionamiento de la personalidad. Características. Métodos y técnicas fundamentales para su diagnóstico.

-       La comunicación como categoría psicológica y como proceso de relación interpersonal. Los estilos comunicativos y la competencia para la comunicación. Las habilidades para la expresión, observación, la relación empática y la buena escucha. Principales dificultades en la comunicación. Estrategias para su atención.

-       La educación y la salud mental. Enfermedades y trastornos mentales. Síntomas, síndromes, cuadro clínico y diagnóstico psicopatológico. Algunas alteraciones de las funciones psíquicas cognoscitivas, afectivas, conativas y de la fase motriz o la conducta, la incidencia del mismo en cada contexto le permitirá diagnosticar los problemas de las etapas de desarrollo desde la lactancia hasta la adultez incorporando también lo referido a la adultez mayor para comprenderlas e intervenir de manera necesaria y oportuna en cada caso, debido a las complejas relaciones intergeneracionales que se dan en nuestro país.

En correspondencia con lo anterior, la orientación se convierte en un elemento esencial en la formación y desarrollo de los profesionales de Pedagogía-Psicología, para ejercer el rol profesional que han de desarrollar (Peña, Castro, Gamboa y Toranzo, 2017; Peña, Gamboa, Díaz y Parra, 2017). Ellos orientan a niños/as, adolescentes, jóvenes y su familia, profesionales de diferentes sectores, directivos, trabajadores, pacientes y familiares, en dependencia de las demandas y necesidades de cada uno, en consonancia con la responsabilidad adquirida como profesional de esta especialidad; esta misión social demanda que sean profesionales con una alta capacidad para orientar en el contexto de actuación.

Caracterización del estado actual de la muestra seleccionada

En la investigación participaron un total de 20 trabajadores del sistema de salud cubano, específicamente la atención secundaria (hospital), 10 del Hospital General Docente “Ernesto Guevara de la Serna” y 10 del Hospital Pediátrico “Mártires de Las Tunas”, de la Provincia Las Tunas. De estos 2 Director General del Hospital, 2 Vice Director General, 2 Jefe de de Recursos Humanos, 4 Médico Especialista, 6 Enfermera/o de sala, 2 enfermera/o Cuerpo de Guardia, 2 Técnico/a de Laboratorio.

Los criterios para la selección de la muestra fueron los siguientes: pertenecer al sistema de salud cubano, específicamente la atención secundaria (hospital), ser directivo, profesional, técnico o trabajador de dicha institución, estar dispuesto a cooperar con la investigación. Su selección fue aleatoria.

El 30% de los sujetos participantes son jóvenes y oscilan entre 20 y 30 años de edad, el 10% tiene menos de 20 años, el 25% entre 30 y 50 años, el 35% de 50 años en adelante, por lo que el 40% de la muestra utilizada es joven.

El nivel de estudios alcanzado por la muestra, el 60% es universitario, con cursos de Post Grado, Maestría, Especializaciones, el otro 40 % es graduado de nivel medio en enfermería. La mayor parte el 80% tiene experiencia de más de cinco años de trabajo en atención secundaria de salud, el 20% son graduados de uno y dos años. Los que ocupan cargos de dirección el 30%, tienen experiencia en el cargo y en la atención secundaria de salud, dominio de su contenido de trabajo.

Se estableció una dimensión e indicadores. Los estudios teóricos efectuados hasta esta etapa de la investigación condujeron a trabajar la dimensión cognitiva: conocimiento de las funciones del psicopedagogo

A partir de estos indicadores se seleccionaron los métodos y elaboraron los instrumentos de investigación. Los indicadores, dimensión y la variable fueron evaluados según escalas al efecto Gamboa (2017).

La aplicación de los instrumentos permitió obtener los siguientes resultados

El 100% tiene conocimiento del psicopedagogo en centros de Educación General en Cuba, el 25% ha trabajado en otros países de América Latina en equipos interdisciplinarios con psicopedagogos expresando el beneficio que brinda este profesional en el sistema de salud y los programas de salud que se pueden beneficiar con estos.

El 50% de la muestra tiene conocimiento de las funciones del psicopedagogo, el 35% cierto conocimiento y el 25%% conocimiento parcial de las funciones del psicopedagogo, lo cual influye positivamente en la visión que se tiene en la atención secundaria de salud.

El 100% coincide en que solo trabajan psicopedagogos en la atención terciaria de salud, o sea en hospitales especializados, Hogar de Impedidos Físicos y Mentales, Centros de Atención Psicopedagógica.

El 100% considera acertada la posibilidad de la inclusión del psicopedagogo en el sistema de atención secundaria de salud en Cuba, en este sentido el 75% expresa que el psicopedagogo en el sistema de atención secundaria de salud será de vital importancia por el dominio que estos poseen del trabajo educativo, cómo dirigirse a los demás, orientar a trabajadores, familias y pacientes sobre diversos temas que los educadores son especiales, además de la formación integral que reciben los profesionales de la Educación en Cuba y con esa formación el humanismo, la empatía y el sentido de pertenecía que desarrollan.

El 80% expresa que el psicopedagogo puede desarrollar actividades con los pacientes, familiares, especialistas, técnicos, para mejorar el trabajo en el hospital, las relaciones inter personales, la orientación a los que comienzan en la vida laboral y que son muy jóvenes para enfrentarse a las responsabilidades de la profesión, estos últimos que representan el 20%, refieren que sería imprescindible para ellos la presencia del psicopedagogo en los equipos de trabajo.

Conclusiones

La inclusión del psicopedagogo en el sistema de atención secundario de salud en Cuba es consustancial con su formación integral, debido a las competencias que posee para el diagnóstico de necesidades y potencialidades de la orientación y asesoría a profesionales del sector, directivos, trabajadores, pacientes y familiares, el logro del buen funcionamiento de los mecanismos para el desarrollo exitoso en su desempeño profesional.

Los resultados de la aplicación de los instrumentos a la muestra seleccionada afloran la necesidad de incluir el psicopedagogo en el sistema de atención secundaria de salud en Cuba y elaborar un programa para su desempeño y acorde con las competencias que posee este profesional.

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[1] Licenciada en Educación. Máster en Educación, Licenciada en Educación Preescolar y Pedagogía- Psicología. Profesora Auxiliar Departamento de Pedagogía- Psicología. Universidad de Las Tunas, Cuba. E-mail: leisishb@ult.edu.cu. https://orcid.org/0000-0003-1983-3312

[2] Licenciado en Educación, especialidades Matemática-Computación y Lenguas Extranjeras (Inglés). Doctor en Ciencias Pedagógicas. Centro de Estudios Pedagógicos de la Universidad de Las Tunas, Cuba. E-mail: michelgamboagraus@gmail.com. ORCID: http://orcid.org/0000-0003-3704-9927

[3] Licenciada en Educación. Máster en Psicopedagogía. Profesora Auxiliar de Psicología del Desarrollo y Coordinadora de la Carrera Pedagogía-Psicología, Departamento de Pedagogía-Psicología de la Universidad de Las Tunas, Cuba. E-mail: greccycm@ult.edu.cu. ORCID: http://orcid.org/0000-0003-2127-6842